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En una entrevista con el periodista Bruno Volpe, cuya traducción ofrecemos, Monseñor Nicola Bux expresa su opinión acerca del levantamiento de las excomuniones y de las crecientes críticas al Papa por este acto de solicitud pastoral. Es para destacar el hecho de que Don Bux, con gran sentido común, pone de manifiesto la gran incoherencia en la que incurren los autores de las mencionadas críticas.
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“¿Las críticas al Papa de Hans Kung y de algunos periódicos? Son mezquinas e infundadas. Mire, sobre este tema concuerdo, tanto en el título como en el contenido, con lo que ha escrito L’Osservatore romano”. Lo afirma Monseñor Nicola Bux, consultado por teléfono en Bari. Bux, reconocido teólogo y mente pensante, pondera y calibra las palabras y dice:
El Concilio Vaticano II, que pasó a la historia como evento pastoral, predicó la misericordia, la tolerancia, el perdón, el diálogo. Pienso, sin embargo, que estas indicaciones deberían aplicarse a 360 grados. Pero hoy ocurre lo contrario: aquellos que se escandalizan y se rasgan las vestiduras por presuntas violaciones del espíritu conciliar, atacan al Papa con argumentos y tonos encendidos que riñen precisamente con el Concilio. Me recuerdo a mí mismo, antes que a usted, que en aquel Concilio se habló de la medicina de la misericordia…
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¿Qué significa?
Que el Papa, al levantar las excomuniones, ha utilizado con sabiduría precisamente la eficaz medicina de la misericordia como un buen médico. Hoy lo fulminan por haberse comportado según los dictados del Concilio… ¿no le parece raro?
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También critican a los lefebvristas y a Monseñor Williamson aún cuando la Fraternidad, con espíritu de humildad, ha pedido perdón…
Así es. Considero que los lefebvristas son católicos en todos los sentidos y nadie puede negarlo; que Monseñor Lefebvre fue uno de los padres conciliares y que incluso firmó los documentos. Dicho esto, me pregunto: ¿son realmente católicos, al ciento por ciento, todos aquellos que, aún declarándose como tales y sin haber dado pasos formalmente cismáticos, se rebelan contra el Magisterio de la Iglesia y la autoridad del Papa? A mí me parece curioso que nos olvidemos de esta realidad y que se use el Concilio Vaticano II como un arma inapropiada contra alguien. En aquella asamblea y de aquella asamblea se dice que fundaba la nueva eclesiología, un cambio de época, y así sucesivamente. Y bien, lo repito, los hechos demuestran que las buenas y rectas intenciones hoy se han convertido en argumento para atacar y no para perdonar…
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A veces se tiene la idea de que se busca un ecumenismo rengo. Es decir, el diálogo puede realizarse con ciertos sectores de la izquierda pero está prohibido cuando se dirige a la derecha…
En cierto sentido, es verdad: se tiene la sensación de que hay dos pesos y dos medidas. Lo vuelto a repetir: quien hoy insulta, ofende o censura de manera exagerada al Papa Benedicto XVI por el levantamiento de las excomuniones a los cuatro obispos lefebvristas, deja de lado precisamente al Magisterio de la Iglesia y al Concilio Vaticano II. Cristo es perdón, amor, piedad, misericordia. Ahora bien, ¿qué ha hecho el Pontífice? Un gesto de misericordia, una mano tendida, exactamente lo que Cristo y la Iglesia predican… y por esta razón ha quedado sometido a críticas feroces.
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El problema se ha desencadenado por las lamentables declaraciones del Obispo Williamson sobre el tema del holocausto…
Indudablemente aquellas frases son, por lo menos, cuestionables… pero no forman parte de su Magisterio pastoral. En otras palabras, no las ha pronunciado como Obispo y mucho menos la Iglesia las ha hecho propias sino que, al contrario, ha tomado distancia de ellas. En sustancia, son valoraciones personales de Monseñor Williamson que yo no aprecio pero que, por otro lado, no se relacionan con la Iglesia. Añado que cada uno es libre de hacer sus afirmaciones, asumiendo luego las consecuencias. Pero yo no puedo, por eso, culpar a todos los tradicionalistas.
Es cierto que el Obispo Williamson ha dicho cosas inapropiadas. Pero nosotros miramos siempre la paja en el ojo ajeno y nunca la viga que tenemos en el nuestro. Si tuviéramos que hacer la clasificación de tantas opiniones ilógicas y extravagantes de laicos, religiosos, obispos y cardenales ocuparíamos mucho de nuestro tiempo. Por lo tanto, es justo bajar los tonos de la polémica y valorar la actitud del Papa sólo como un acto de perdón y misericordia: exactamente lo que dicen el Vaticano II, al que tanto se invoca, y la Iglesia
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Texto original: Pontifex
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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