martes, 20 de octubre de 2009

Provisión pastoral para grupos de anglicanos

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La Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado hoy una Nota acerca de una Constitución Apostólica que permitirá el establecimiento de “ordinariatos personales” para proveer a los pedidos de distintos grupos de anglicanos (la TAC es, sin duda, uno de ellos, pero hay otros) que quieren ingresar a la Iglesia Católica.


La importancia de esta decisión radica en el impacto que puede llegar a tener entre los anglo-católicos de todo el mundo. Hace algo más de un año publicábamos un artículo en el que hablábamos de esta posibilidad.


Presentamos aquí la traducción de la primera parte de la nota, la que se refiere específicamente a la próxima Constitución Apostólica.

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Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe acerca de los ordinariatos personales para los anglicanos que ingresan a la Iglesia Católica


Con la preparación de una Constitución Apostólica, la Iglesia Católica está respondiendo a los muchos pedidos que han sido presentados a la Santa Sede de parte de grupos de clérigos y fieles anglicanos en distintas partes del mundo que desean entrar en comunión visible plena.


En esta Constitución Apostólica el Santo Padre ha introducido una estructura canónica que provee para dicha reunión corporativa, estableciendo Ordinariatos Personales que permitirán a los ex-anglicanos entrar en comunión plena con la Iglesia Católica preservando elementos del distintivo patrimonio espiritual y litúrgico anglicano. Conforme a los términos de esta Constitución Apostólica, se proveerá de cuidado y guía pastoral a grupos de ex-anglicanos por medio de un Ordinariato Personal, cuyo Ordinario será nombrado usualmente de entre ex-clérigos anglicanos.


La próxima Constitución Apostólica provee una respuesta razonable y necesaria para un fenómeno mundial, ofreciendo un único modelo canónico para la Iglesia universal, adaptable a las distintas situaciones locales y equitativo para los ex-anglicanos en su aplicación universal. Razones históricas y ecuménicas excluyen la ordenación de hombres casados como obispos, tanto en la Iglesia Católica como en las Iglesia Ortodoxa. La Constitución, por eso, estipula que el Ordinario puede ser tanto un sacerdote como un obispo no casado. Los seminaristas del Ordinariato deberán ser preparados junto con otros seminaristas católicos, aunque el Ordinariato puede establecer una casa de formación para tratar las necesidades particulares de formación en el patrimonio anglicano. De esta manera, la Constitución Apostólica busca balancear, por un lado, la preocupación por preservar el valioso patrimonio litúrgico y espiritual anglicano y, por otro lado, la preocupación de que estos grupos y su clero sean integrados en la Iglesia Católica.


El Cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ha preparado esta provisión, dijo: “Hemos estado intentando satisfacer los pedidos de comunión plena que nos han llegado de parte de anglicanos en distintas partes del mundo en los últimos años en una manera uniforme y equitativa. Con esta propuesta, la Iglesia quiere responder a las legítimas aspiraciones de estos grupos anglicanos para la unidad plena y visible con el Obispo de Roma, sucesor de San Pedro”.


Estos ordinariatos personales serán formados en consulta con las conferencias episcopales locales, y su estructura será similar en algunos aspectos a la de los ordinariatos militares que han sido establecidos en la mayoría de los países para proveer de cuidado pastoral a los miembros de las fuerzas armadas y sus familias en todo el mundo. “Aquellos anglicanos que se han acercado a la Santa Sede han dejado claro su deseo de unidad plena y visible en la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Al mismo tiempo, nos han informado de la importancia de sus tradiciones anglicanas de espiritualidad y culto para su camino de fe”, dijo el Cardenal Levada.


La provisión de esta nueva estructura es consistente con el compromiso del diálogo ecuménico, que continúa siendo una prioridad para la Iglesia Católica, particularmente a través de los esfuerzos del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos. “La iniciativa ha llegado de un número de diferentes grupos de anglicanos”, continuó Levada: “Ellos han declarado que comparten la fe católica común expresada en el Catecismo de la Iglesia Católica, y que aceptan el ministerio petrino como algo que Cristo quiso para la Iglesia. Para ellos, ha llegado el tiempo de expresar esta unidad implícita en la forma visible de la comunión plena”.


Según Levada: “Es la esperanza del Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, que los clérigos y fieles anglicanos que deseen la unión con la Iglesia Católica encuentren en esta estructura canónica la oportunidad de preservar aquellas tradiciones anglicanas que son preciadas para ellos y consistentes con la fe católica. En la medida en que estas tradiciones expresan en un modo distintivo la fe común, son un don para ser compartido en toda la Iglesia. La unidad de la Iglesia no requiere una uniformidad que ignora la diversidad cultural, como queda demostrado por la historia de la cristiandad. Más aún, las muchas tradiciones diversas presentes en la Iglesia Católica hoy tienen todas sus raíces en el principio articulado por San Pablo en su Carta a los Efesios: “Hay un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo” (4,5). Nuestra comunión es, así, fortalecida por tal legítima diversidad, y por eso estamos felices de que estos hombres y mujeres traigan con ellos sus contribuciones particulares a nuestra común vida de fe”.


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Fuente: Boletín de la Santa Sede

Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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1 Comentarios:

Anónimo ha dicho

Hola una consulta, ¿existe algun grupo en argentina que se ocupe de asistir a los anglicanos que busquen volver a la Iglesia Católica? porque estoy muy interesando en ayudar.
Gracias
Gustavochateaubriand@yahoo.com.ar