jueves, 23 de octubre de 2008

Congreso de Liturgia en Asia: Declaración

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Misa_Hong_Kong

Cardenal Joseph Zen Ze-Kium, obispo de Hong Kong

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El pasado 16 de septiembre anunciábamos el inicio de un Congreso de Liturgia en Asia. Consignamos ahora los puntos que consideramos más sobresalientes de la Declaración conclusiva de dicho Congreso.

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Declaración de Colombo

20 de Septiembre de 2008

El culto en el contexto asiático


1. Uno de los objetivos más importantes fue recapturar el antiguo fervor religioso de Asia, y ponerlo al servicio de la renovación litúrgica tan ardorosamente deseada por el Concilio Vaticano II. Alegres, por un lado, por la fidelidad del “pequeño rebaño” de cristianos en este vasto continente tanto al Evangelio como a las formas de culto que se les han transmitido, los participantes expresaron también un profundo anhelo de una renovación del espíritu, basada en la siempre urgente necesidad de promover la vida litúrgica en la Iglesia, junto con el “genio” cultural de las comunidades que ellos representan.


2. El “sentido de lo sagrado” permanece en el corazón de los valores a los que todos los asiáticos están más adheridos. Se espera que un halo de santidad rodee a cada uno de los el elementos relacionados con el culto. En orden a vivir mejor el Evangelio, la comunidad cristiana toma fuerza y motivación de sus propias tradiciones más autorizadas de oración, que han adquirido la presente forma e identidad después de siglos de experiencia. Originadas en el mismo Señor Jesucristo, estas tradiciones constituyen la rica herencia de la Liturgia Católica. La Liturgia ha desarrollado una individualidad distintiva propia, y es orgánica en su naturaleza y venerable en su continuidad histórica a través de dos milenios. El Papa Benedicto XVI enfatiza esta continuidad y señala que la Iglesia es guardiana de esta gran herencia (cf. Sacramentum Caritatis, 3).


3. La visión del Santo Padre, y su profunda comprensión de la Sagrada Liturgia es evidente tanto en sus enseñanzas magisteriales como en el ejemplo que da cuando celebra los Divinos Misterios. Su teología cósmica del culto de la Iglesia entera, tiene resonancia en el contexto asiático, y su afirmación de una hermenéutica de la continuidad es bien recibida en las culturas que tienen un profundo sentido de la tradición viva y del desarrollo orgánico.


4. Los asiáticos están profundamente adheridos a sus respectivas culturas, y son orgullosos de la herencia de su civilización. Los delegados recordaron cómo en los primeros tiempos la Iglesia tocó con el poder del Evangelio los “genios” culturales de los germanos, los celtas, los eslavos, los sirios y los egipcios, por ejemplo, cómo los movió a una nueva vida en Cristo y les ofreció la Salvación, y cómo Ella misma fue enriquecida por la riqueza cultural de estos pueblos.


También es éste un momento histórico, en el que las grandes civilizaciones de Asia, con enormes potencialidades de cara al futuro, se encuentran con la Iglesia y con el Evangelio que Ella anuncia. Este encuentro los lleva paso a paso a tener un “vislumbre del Cielo en la tierra” en el culto divino.


5. La Iglesia considera que el uso efectivo de las culturas puede realzar y ayudar a enriquecer la Liturgia cristiana. La inculturación en materia de idiomas, gestos, posturas, arte y música es importante. Pero este proceso tiene que ser llevado a cabo y fortalecido, especialmente con un gran sentido de responsabilidad, nunca ignorando la naturaleza orgánica de las determinadas culturas, y la continuidad histórica de la Liturgia Católica. Buscando en la oración la guía del Espíritu Santo, se necesita tener presente una prudente sensibilidad hacia el sensus fidei del pueblo católico.


6. Cuando el celo pastoral se combina con la sensibilidad cultural y religiosa, se abre un nuevo terreno. Por el contrario, los cambios precipitados y no reflexionados, debilitan y dañan la significación religiosa y el poder trasformador de la vida que tiene el culto. Los valores asiáticos de la contemplación, el misticismo y el silencio, podrían hallar una más fuerte expresión en la Liturgia cristiana.

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Sugerencias prácticas

Formación litúrgica


- Todos los seminarios debieran tener personal preparado para enseñar y animar la Liturgia. La Liturgia debiera tener mayor importancia en la formación académica, no sólo en los seminarios, sino también en las casas de formación de religiosos y religiosas.


- Para fortalecer la formación litúrgica, y en consonancia con las enseñanzas del Magisterio, especialmente del Santo Padre Benedicto XVI sobre la hermenéutica de la continuidad, sería de ayuda que la Eucaristía fuera celebrada ocasionalmente en latín en las iglesias catedrales, en las parroquias más grandes, los seminarios, los santuarios y otros.


- La Comisión Nacional de Liturgia debiera organizar un programa de formación para las diócesis del país.


- Todos los sacerdotes debieran ser educados en la Intrucción General del Misal Romano revisada, para comeprender mejor el contenido y el espíritu de las normas litúrgicas. Debieran ser capacitados para cultivar el arte de celebrar (ars celebrandi). El entrenamiento adecuado y una sólida vida de oración, les ayudará a lograr una preparación interior para ser servidores de los Sagrados Misterios, y a descubrir la belleza interior y el misterio del Sacrificio de la Misa (cf. Sacramentum Caritatis, 32-34).


- Como el liturgista par excellence, el Obispo diocesano debiera ser un modelo para sus sacerdotes en el arte de celebrar.


- Los programas existentes de formación para los laicos debieran ser fortalecidos y mejorados en contenido y en método.

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Prácticas litúrgicas


- La música en la Sagrada Liturgia debiera ser verdaderamente litúrgica, es decir, alabanza amorosa de la Iglesia a Dios. Siendo que ésta promueve la participación activa, no debiera ser dejada a los caprichos o iniciativas subjetivas individuales. Sería apropiado promover la música tradicional local y también el canto gregoriano, y poner freno a los himnos que no representan el sentido más profundo de la doctrina y de lo sagrado.


- Mientras que, por una parte, las devociones populares son importantes, debiera hacerse todo el esfuerzo posible para armonizar estas prácticas con el año y las celebracioens litúrgicas, coservando la distinción entre la Liturgia y las devociones personales.


- La adoración eucarística, tan fuertemente alentada por el Papa Benedicto XVI (cf Sacramentum Caritatis, 66-69) debiera ser promovida. Los delegados se mostraron a favor de las capillas de adoración, con la debida aprobación episcopal, independientemente del edificio principal de la Iglesia donde es celebrada la Santa Eucaristía.

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Declaración Firmada por:


Cardenal Francis Arinze (Prefecto)

Arzobispo Malcolm Ranjith (Secretario)

Cardenal Joseph Zen Ze-kium, S.D.B. (Hong Kong)

Arzobispo Orlando Quevedo, O.M.I. (Cotabato)

Arzobispo Rómulo Valles (Zamboanga, Filipinas)

Arzobispo Thomas Menamparampil, S.D.B: (Guwahati, India).


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Fuente: The New Liturgical Movement


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo


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1 Comentarios:

Para la Mayor Gloria de Dios ha dicho

Dios los oiga, ampare y favorezca.