viernes, 30 de septiembre de 2011

Decálogo para poner palos en las ruedas al Papa Benedicto XVI

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Con bastante ironía y también con un gran conocimiento de la lamentable actitud que los medios de comunicación tienen habitualmente con el Santo Padre, Raffaella, blogger del excelente “Il blog degli amici di Papa Ratzinger”, ha escrito (inspirándose en un artículo del Catholic Herald) el “Decálogo del blog para poner palos en las ruedas al Papa Benedicto XVI”, cuya lectura recomendamos y ofrecemos ahora en español.

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¿Eres un periodista? ¿Un experto? ¿Un blogger? ¿Un comentador o un editorialista? ¿Quieres debilitar, limitar o anular el efecto de toda visita pastoral, viaje apostólico, discurso, homilía o intervención del Papa Benedicto XVI? Estás en el lugar correcto.


He aquí las reglas de oro para hacer una tarea brillante. Sin embargo, presta atención: alguno podría acusarte de describir una realidad que no existe, pero esa es otra historia...


He aquí el decálogo, formado por diez hipótesis que prevén varias soluciones alternativas o complementarias entre sí. El blog se ha inspirado en el Catholic Herald, al que agradecemos por la excelente idea.


Sin embargo, si eres un periodista, un editorialista, un comentador o un blogger que ama la verdad y tiene afecto por el Papa, puedes leer esto y continuar haciendo exactamente lo contrario mientras te ríes un buen rato.


Decálogo del blog para poner palos en las ruedas al Papa Benedicto XVI


1) Prepara anticipada y escrupulosamente cada visita o viaje apostólico de Benedicto XVI:


a) construye una bella polémica sobre los costos del viaje;

b) identifica cuidadosamente las posibles temáticas (sacerdotes pedófilos, disminución de los fieles, desobediencia de los obispos, eventuales contrastes con protestantes, judíos, musulmanes);

c) actúa de tal modo que el viaje sea precedido por una escala de polémicas. Eventualmente, y en el último minuto, finge estar consternado por el comportamiento de los medios;

d) presenta el viaje como “el más difícil del Pontificado”;

e) da la máxima resonancia a las manifestaciones de protesta que se están organizando. Dispara las cifras que te ofrecen los organizadores e insinúa que los manifestantes serán más que los fieles;

f) avisa a tus lectores que las Misas y las Vigilias presididas por el Papa Benedicto estarán ciertamente desiertas;

g) pon en evidencia el hecho de que el Papa Benedicto no conoce la realidad de los diversos países que visita porque vive encerrado en el Vaticano (acariciando gatos, escribiendo libros y tocando el piano);

h) entrevista siempre a Hans Küng, una verdadera garantía;

i) pregunta siempre al Padre Lombardi si durante el viaje el Papa se encontrará con víctimas de sacerdotes pedófilos;

j) el día de la partida escribe un artículo absolutamente negativo sobre el viaje en el que precises que nadie está esperando al Papa, el cual será acogido con hielo siberiano;

k) si por casualidad el Papa visita Alemania, no olvides citar la famosa frase “Nemo propheta in patria”.


2) Cuando adviertes, durante el viaje, que la realidad es muy diferente de aquella que has descrito o estás describiendo:


a) no te desanimes;

b) si eres un periodista televisivo, entrevista siempre a quien te dice que prefería a Juan Pablo II o a quien está allí por curiosidad y no para ver a Benedicto XVI. Entrevista preferiblemente a sacerdotes o seminaristas;

c) muestra las imágenes de los manifestantes incluso si son cuatro gatos. En particular: ocupa la mitad de los pocos segundos que te concede el telediario para hablar de las manifestaciones y no de lo que hace o dice el Papa;

d) si eres un periodista de la prensa escrita, trata de no evidenciar que en las manifestaciones antipapa había sólo cuatro gatos y entrevista al portavoz de los manifestantes, el cual inflará las cifras según se le ocurra;

e) nunca hagas notar a los lectores que a las manifestaciones no han llegado las multitudes esperadas;

f) no pongas en evidencia, por el contrario, los números de los fieles que acuden a escuchar al Papa Benedicto;

g) recuerda que cada manifestante debe ser contado por dos y que cada fiel vale la mitad;

h) si durante la visita ocurre un episodio de ninguna importancia (falso atentado, falsas amenazas...), pon en evidencia eso y no la actividad del Papa;

i) si el Papa dice “defendamos la familia”, tú escribe: “Anatema del Papa contra las parejas de hecho”;

j) trata de simplificar al máximo y, si es posible, haz decir al Papa lo que no ha dicho y/o lo que crees haber escuchado sólo tú;

k) si el Papa se encuentra con víctimas de sacerdotes pedófilos tienes dos alternativas: o conviertes el encuentro en la única razón del viaje, o bien (es la tendencia predominante del 2011) ignoras el evento y sigues;

l) no olvides, sin embargo, avisar a tus lectores que el Papa no ha hablado explícitamente de sacerdotes pedófilos;

m) sin embargo, si el Papa habla de ello, finge no haberlo oído;

n) entrevista siempre a Hans Küng;

ñ) si el Papa te sorprende, no le des mucha satisfacción. Siempre puedes decir que este Pontífice tiene un lenguaje complejo que no llega al “hombre común”;

o) si tienes a tu disposición dos cifras sobre las presencias, indica siempre la que sea más baja;

p) pon en evidencia, al límite, que habían sí muchos fieles pero que probablemente estaban allí por curiosidad o porque pasaban allí casualmente;

q) no escribas nunca que extrañamente los fieles se mueven por la curiosidad sólo cuando está de por medio el Papa Benedicto;

r) si puedes, ignora totalmente el resto del viaje.


3) Cuando el viaje ha concluido y adviertes que has cometido, como siempre, una cantidad exagerada de errores:


a) trata de olvidar lo más pronto posible el viaje o la visita en Italia y no hables más del tema;

b) entrevista a Hans Küng para que ilumine a los lectores con su palabra.


4) Recuerda siempre que el tema “pedofilia en la Iglesia” es el argumento más popular de los últimos años:


a) aprovecha cada oportunidad que se presente;

b) quédate tranquilo: por lo general la Santa Sede no interviene en defensa del Papa, sobre todo en lo relativo a este argumento. Sigue adelante, seguro de la impunidad;

c) cuando se difunde la noticia de nuevas acusaciones al Papa (por ejemplo, una denuncia a La Haya), finge no saber que Ratzinger es el hombre que más ha hecho en las últimas décadas para combatir la plaga de los sacerdotes pedófilos;

d) no cites nunca las medidas y el ejemplo del Papa Ratzinger;

e) compórtate como si fuese la primera vez que el Papa es acusado de algo;

f) golpea al Papa en primera plana, preferiblemente con una foto de espaldas;

g) mencionada, de pasada, el caso del padre H, aunque haya sido abundantemente explicado;

h) cita también al hermano del Papa, aunque no tenga nada que ver con los cados de pedofilia verificados dentro del coro de Ratisbona;

i) es fundamental que no subrayes nunca que los casos de pedofilia de los que se trata han tenido lugar décadas atrás;

j) actúa de tal modo que el lector piense que el escándalo pedofilia ha nacido bajo el Pontificado ratzingeriano;

k) no cites nunca otros Pontificados;

l) no puntualices nunca que Ratzinger es el único Papa que se ha encontrado seis veces con víctimas de pedófilos;

m) entrevista a Hans Küng para que diga lo suyo;

n) cuando las cosas se ponen difíciles para la Iglesia, descarga toda la responsabilidad sobre Ratzinger, pero si adviertes que el viento cambia, escribe que los méritos no son sólo de Benedicto XVI;

ñ) nunca y por ninguna razón deberás escribir o pronunciar el nombre de Maciel;

o) continúa insistiendo con la apertura de los archivos fingiendo ignorar el bien hecho en estos últimos años;

p) entrevista al portavoz de las asociaciones de víctimas que más atacan al Vaticano;

q) hazte megáfono de los abogados de las víctimas y no concedas nunca a la otra parte el beneficio de la duda;

r) cuando el Vaticano calle (es decir, siempre) pero autorizados comentadores y editorialistas hagan notar que es absurdo culpar a Ratzinger, el Papa que más ha hecho contra los pedófilos, haz inmediatamente marcha atrás y no hables más de denuncias a la Haya;

s) insinúa que Benedicto XVI podría hacer mucho más, o bien que es demasiado duro y poco misericordioso hacia los culpables. En resumen: ¡actúa de tal modo que siempre tenga la culpa!

t) omite recordar que es desde 1988 que Ratzinger pide mayor severidad en el castigo a los culpables;

u) finge siempre ignorar que la Congregación para la Doctrina de la Fe es competente para los casos de pedofilia en el clero sólo desde el año 2001;

v) recuerda que, en relación a este tema, hay nombres que pueden ser dados y otros que, aún en vida y en salud, nunca deben ser involucrados.


5) Cuando el Papa pronuncia un importante discurso:


a) regla de oro: ¡ignóralo!

b) finge que no ha hablado, salvo para lamentarte por el hecho de que el Papa no se ha expresado sobre un determinado tema;

c) distorsiona el pensamiento del Papa cuando dice algo que no te gusta a ti o a tu editor;

d) intenta forzar algunos conceptos si las frases del Papa pueden ser interpretadas en favor de tu parte política o de la tu editor;

e) el “sí” a la vida debe convertirse en el “no a la píldora del día después”, el “sí” a la familia debe convertirse el “no a las parejas de hecho y en particular a las homosexuales”;

f) si el Papa “reprende” a los obispos de cierto país, defiende siempre a los prelados en nombre de la colegialidad;

g) cita siempre al Concilio e insinúa que el Papa quiere anular todos los documentos conciliares;

h) entrevista a Hans Küng para que recuerde una vez más haber sido perito conciliar;

i) recuerda siempre poner en evidencia que Benedicto XVI no hace y no dice nada que no haya ya hecho o dicho su predecesor;

j) si el Papa dice algo que va contra tu fe política o la de tu editor, corre a la plaza publica y grita: “¡Injerencia!”;

k) sin embargo, si el Papa llegara decir algo contra el partido que no te gusta a ti o a tu editor, reclama la advertencia papal, el anatema y la eventual excomunión. Haz presente que el Santo Padre y la Iglesia no pueden callar. Canta los “Hosanna” cuando Benedicto XVI se exprese como te gusta a ti y a tu editor;

l) remarca que Benedicto XVI no es un Papa político pero, si habla de ética, haz entender que comete una grave injerencia en los asuntos públicos de otro país;

m) al respecto, cita el otto per mille (ocho por mil) omitiendo, sin embargo, que va a la CEI y no al Vaticano.


6) Cuando se habla en televisión de Benedicto XVI:


a) pon en evidencia siempre que es distinto de su predecesor;

b) insinúa que tiene menos carisma o que, de hecho, no lo tiene;

c) entrevista a personas que declaren preferir a otros Papas;

d) si se está hablando del Papa Benedicto, actúa de tal modo que el discurso caiga sobre otros;

e) invita a sacerdotes, obispos y cardenales habilísimos en no hablar del Papa Benedicto;

f) si estás obligado a hacer un programa sobre Ratzinger, transmítelo a la mañana temprano o muy tarde por la noche;

g) introduce las directas con el Papa sólo cuando es necesario;

h) en lo posible graba los eventos y envíalos al aire más tarde por la noche (JMJ de Madrid docet);

i) finge maravillarte si el Papa hace algo inesperado;

j) recuerda a los telespectadores que cuando fue elegido te parecía frío por ser alemán;

k) remarca que es un profesor como si fuese un título de demérito;

n) trata de hacer que por la misma red, en la misma semana (mejor si es en el mismo día), el Papa Benedicto sea ridiculizado mientras su predecesor es recordado con afecto;

ñ) ¿acaso quieres dejar de entrevistar a Hans Küng?


7) Si salen a la luz hechos ocurridos antes del 19 de abril de 2005:


a) haz de tal modo que sea cuestionado el Papa Ratzinger;

b) recoge llamamientos para que el Papa intervenga en primera persona abriendo archivos o haciendo él mismo llamamientos también sobre hechos de los que él no puede tener conocimiento;

c) entrevista a Hans Küng.


8) Cuando se habla de la relación entre Benedicto XVI y las otras religiones o las otras confesiones cristianas:


a) ponte siempre, y en cualquier circunstancia, de parte de los protestantes;

b) cuando se trata de los amigos judíos, no dejes nunca de citar el hecho de que el Papa es alemán, que ha levantado la excomunión a los obispos lefebvristas, en particular a Williamson, que ha firmado el Summorum Pontificum;

c) evita como a la peste el recordar que la oración del Viernes Santo nunca ha sido modificada ni por Pablo VI ni por Juan Pablo II y que Benedicto XVI la ha cambiado para ir al encuentro de los judíos;

d) acepta sin reservas la tesis del silencio de Pío XII y recuerda que Benedicto XVI ha declarado venerable al Papa Pacelli, pero omite señalar que el proceso de beatificación ha sido abierto en 1967;

e) cuando se trata de los amigos musulmanes, cita siempre el discurso de Ratisbona como piedra de tropiezo;

f) haz siempre referencia a la lectio de Ratisbona llamándola, a elección, “gaffe”, “metedura de pata”, “incidente”;

g) por ninguna razón en el mundo deberás citar los progresos en el diálogo entre católicos y musulmanes nacidos después del discurso de Ratisbona;

h) no debes nombrar nunca a los hermanos ortodoxos;

i) si los citas, no recuerdes nunca el reacercamiento entre católicos y ortodoxos atribuyendo el mérito al Papa Benedicto;

j) entrevista a Hans Küng.


9) Si hay un aniversario particular relacionado con el Papa Benedicto:


a) regla de platino: ¡ignóralo!

b) actúa exactamente como has hecho el 29 de junio de 2011 (60° aniversario de ordenación): finge que es un día cualquiera para la Iglesia;

c) presta atención: comienza ya a pensar en el 16 de abril de 2012, día en que Benedicto XVI cumplirá 85 años;

d) por ninguna razón aquella fecha deberá convertirse en ocasión para celebrar al Papa o para constatar su frescura mental o su resistencia física;

e) prepárate desde ahora al evento insistiendo en la posibilidad de la renuncia;

f) al respecto, no dejes de escuchar la opinión de Hans Küng.


10) En lo que respecta a las multitudes que asisten a los eventos presididos por Benedicto XVI:


a) regla de diamante: ¡ignóralas!

b) finge no ver a los fieles que participan en el Angelus y en las audiencias generales;

c) si se presenta un fiel menos de los previstos, haz el titular y cuenta con el ábaco;

d) sin embargo, si las asistencias superan las expectativas, mira para otro lado y no hables más de eso;

e) insinúa que los fieles acuden por la novedad pero omite recordar que Benedicto es Papa desde hace seis años y medio;

f) para reforzar la tesis, concede el debido espacio a Hans Küng.


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Fuente: Il blog degli amici di Papa Ratzinger


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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martes, 27 de septiembre de 2011

Motu Proprio “Quaerit Semper” (en español)

 

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Con el fin de que la Congregación para el Culto Divino pueda dedicarse más completamente a la promoción de la Sagrada Liturgia, el Papa Benedicto XVI firmó un Motu Proprio, que ha sido publicado hoy y del cual ofrecemos nuestra traducción, para trasladar al Tribunal de la Rota Romana algunas competencias hasta ahora reservadas al dicasterio presidido por el Cardenal Cañizares.

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CARTA APOSTÓLICA EN FORMA DE MOTU PROPRIO

“QUAERIT SEMPER”

DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI


con la cual es modificada la Constitución Apostólica Pastor Bonus y se transfieren algunas competencias de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos a la nueva Oficina para los procedimientos de dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada ordenación constituida en el Tribunal de la Rota Romana.


La Santa Sede siempre ha buscado adecuar la propia estructura de gobierno a las necesidades pastorales que en cada período histórico surgían en la vida de la Iglesia, modificando por eso la organización y la competencia de los Dicasterios de la Curia Romana.


El Concilio Vaticano II confirmó, además, dicho criterio, reiterando la necesidad de adecuar los Dicasterios a las necesidades de los tiempos, de las regiones y de los ritos, sobre todo en lo que concierne a su número, denominación, competencia, modos de proceder y recíproca coordinación (cfr. Decreto Christus Dominus, 9).


Siguiendo tales principios, mi Predecesor, el beato Juan Pablo II, procedió a una reorganización de la Curia Romana mediante la Constitución Apostólica Pastor Bonus, promulgada el 28 de junio de 1988 (AAS 80 [1988] 841-930), configurando las competencias de los diversos Dicasterios teniendo en cuenta el Código de Derecho Canónico promulgado cinco años antes y las normas que ya se preveían para las Iglesias orientales. Luego, con sucesivos procedimientos, tanto mi Predecesor como yo mismo, hemos intervenido modificando la estructura y la competencia de algunos Dicasterios para responder mejor a las cambiantes exigencias.


En las presentes circunstancias ha parecido conveniente que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se dedique principalmente a dar nuevo impulso a la promoción de la Sagrada Liturgia en la Iglesia, según la renovación querida por el Concilio Vaticano II a partir de la Constitución Sacrosanctum Concilium.


Por lo tanto, he considerado oportuno transferir a una nueva Oficina constituida en el Tribunal de la Rota Romana la competencia de tratar de los procedimientos para la concesión de la dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada Ordenación.


En consecuencia, siguiendo la propuesta del Eminentísimo Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y con el parecer favorable del Excelentísimo Decano del Tribunal de la Rota Romana, oído el parecer del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, establezco y decreto cuanto sigue:


Art. 1.


Son abolidos los artículos 67 y 68 de la mencionada Constitución Apostólica Pastor Bonus.


Art. 2.


El artículo 126 de la Constitución Apostólica Pastor Bonus es modificado según el siguiente texto:


«Art. 126 § 1. Este Tribunal actúa como instancia superior en el grado de apelación, ante la Sede Apostólica, con el fin de tutelar los derechos en la Iglesia, provee a la unidad de la jurisprudencia y, a través de sus sentencias, sirve de ayuda a los tribunales de grado inferior.



§ 2. En este Tribunal se constituye una Oficina a la cual compete juzgar sobre el hecho de la no consumación del matrimonio y sobre la existencia de una causa justa para conceder la dispensa. Por eso, recibe todas las actas junto con el voto del Obispo y con las observaciones del Defensor del Vínculo, pondera atentamente, según el especial procedimiento, la súplica dirigida a obtener la dispensa y, si es el caso, la somete al Sumo Pontífice.


§ 3. Esta Oficina es también competente para tratar las causas de nulidad de la sagrada Ordenación, según la norma del derecho universal y propio, congrua congruis referendo.


Art. 3.


La Oficina para los procedimientos de dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada Ordenación es moderada por el Decano de la Rota Romana, asistido por Oficiales, Comisarios, diputados y consultores.


Art. 4.


El día de la entrada en vigor de las presentes normas, los procedimientos de dispensa del matrimonio rato y no consumado y las causas de nulidad de la sagrada Ordenación pendientes ante la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos serán transferidas a la nueva Oficina en el Tribunal de la Rota Romana y por ella serán definidos.


Ordeno que todo lo que he deliberado con esta Carta apostólica en forma de Motu proprio sea observado en todas sus partes, no obstante cualquier disposición contraria, aunque sea digna de particular mención, y establezco que sea promulgado mediante la publicación en el periódico “L'Osservatore Romano”, entrando en vigor el día 1º de octubre de 2011.


Dado en Castelgandolfo, el día 30 de agosto del año 2011, séptimo de Nuestro Pontificado.


BENEDICTO XVI


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Fuente: Sitio de la Santa Sede


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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lunes, 26 de septiembre de 2011

El Papa explica a los seminaristas alemanes el verdadero “Somos Iglesia”

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Durante su viaje apostólico a Alemania, el Santo Padre tuvo un breve encuentro con los seminaristas en la Capilla San Carlos Borromeo del Seminario de Friburgo. Dado que no estaba previsto un discurso, Benedicto XVI se dirigió a ellos en forma espontánea. Presentamos nuestra traducción de las valiosas palabras pronunciadas por el Pontífice.

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¡Queridos seminaristas, queridos hermanos y hermanas!


Para mí es una gran alegría poder encontrarme con vosotros, jóvenes que se encaminan a servir al Señor, que escuchan su llamada y quieren seguirlo. Quisiera agradecer de modo particularmente caluroso por la bella carta que el Rector del Seminario y los seminaristas me han escrito. Realmente me ha llegado al corazón cómo habéis reflexionado sobre mi carta y sobre ella habéis desarrollado vuestras preguntas y respuestas; con qué seriedad acogéis lo que he intentado proponer y, en base a esto, desarrolláis vuestro propio camino.


Ciertamente lo más bello sería que pudiéramos tener juntos un diálogo, pero el horario del viaje, al cual estoy obligado y debo obedecer, lamentablemente no permite algo así. Por lo tanto sólo puedo tratar de subrayar una vez más algunos pensamientos a la luz de lo que habéis escrito y de lo que yo había escrito.


En el contexto de la pregunta: “¿De qué forma parte el seminario, qué significa este período?” en el fondo me impresiona cada vez más el modo en que San Marcos, en el tercer capítulo de su Evangelio, describe la constitución de la comunidad de los Apóstoles: “El Señor constituyó a los Doce”. Él crea algo, Él hace algo, se trata de un acto creativo. Y Él los hizo “para que estuvieran con Él y para enviarlos” (cfr. Mc. 3,14): ésta es una doble voluntad que, bajo ciertos aspectos, parece contradictoria.


“Para qué estuvieran con Él”: deben estar con Él, para llegar a conocerlo, para escucharlo, para dejarse plasmar por Él; deben andar con Él, estar con Él en el camino, en torno a Él y detrás de Él. Pero al mismo tiempo deben ser enviados que parten, que llevan fuera lo que han aprendido, lo llevan a los otros hombres en camino –hacia la periferia, en el vasto ambiente, también hacia lo que está muy lejos de Él. Y, sin embargo, estos aspectos paradójicos van juntos: si ellos están realmente con Él, entonces están siempre también en camino hacia los otros, entonces están en búsqueda de la oveja perdida, entonces van allí, deben transmitir lo que han encontrado, entonces deben hacerlo conocer, convertirse en enviados. Y viceversa: si quieren ser verdaderos enviados, deben estar siempre con Él. San Buenaventura dijo una vez que los Ángeles, donde quiera que vayan, por más lejos que sea, se mueven siempre dentro de Dios.


Así es también aquí: como sacerdotes debemos salir fuera, en los múltiples caminos en los que se encuentran los hombres, para invitarlos a su banquete nupcial. Pero sólo lo podemos hacer permaneciendo siempre con Él. Y aprender esto, esto de salir fuera, ser enviados y estar con Él, permanecer frente a Él, es – creo –precisamente lo que debemos aprender en el seminario. El modo correcto del permanecer con Él, el estar profundamente enraizados en Él – estar cada vez más con Él, conocerlo cada vez más, para no separarse más de Él – y al mismo tiempo salir cada vez más, llevar el mensaje, transmitirlo, no tenerlo para uno mismo, sino llevar la Palabra a aquellos que están lejos y que, sin embargo, en cuanto criaturas de Dios y amados por Cristo, llevan en el corazón el deseo de Él.


El seminario es, por lo tanto, un tiempo del ejercitarnos; ciertamente, también del discernir y del aprender: ¿Él me quiere para esto? La vocación debe ser verificada, y de esto forma parte luego la vida comunitaria y forma parte naturalmente el diálogo con los guías espirituales que tenéis, para aprender a discernir lo que es su voluntad. Y aprender la confianza: si Él lo quiere realmente, entonces puedo fiarme de Él.


En el mundo de hoy, que se transforma de modo increíble y en el que todo cambia continuamente, en el que los vínculos humanos se escinden porque ocurren nuevos encuentros, se hace cada vez más difícil creer: yo resistiré para toda la vida. Ya para nosotros, en nuestros tiempos, no era tan fácil imaginar cuántas décadas habría querido darme Dios, cuánto habría cambiado el mundo. ¿Perseveraré con Él así como le he prometido?... Es una pregunta que exige la verificación de la vocación, pero luego – si reconozco: sí, Él me quiere – también la confianza: si me quiere, entonces también me sostendrá; en la hora de la tentación, en la hora del peligro, estará presente y me dará personas, me mostrará caminos, me sostendrá. Y la fidelidad es posible porque Él está siempre presente, y porque Él existe ayer, hoy y mañana; porque Él no pertenece sólo a este tiempo sino que también es futuro y puede sostenernos en todo momento.


Un tiempo de discernimiento, de aprendizaje, de llamada… Y luego, naturalmente, en cuanto tiempo del estar con Él, tiempo de oración, de escucharlo a Él. Escuchar, aprender a escucharlo realmente – en la Palabra de la Sagrada Escritura, en la fe de la Iglesia, en la liturgia de la Iglesia – y aprender el hoy en su Palabra.


En la exégesis aprendemos muchas cosas sobre el ayer: todo lo que estaba entonces, qué fuentes había, qué comunidades existían y así sucesivamente. También esto es importante. Pero más importante es que en este ayer nosotros aprendamos el hoy; que Él habla ahora con estas palabras y que éstas contienen su hoy y que, más allá de su inicio histórico, llevan en sí mismas una plenitud que habla a todos los tiempos. Y es importante aprender esta actualidad de su hablar – aprender y escuchar – y así poder hablar de esto a los otros hombres. Ciertamente, cuando se prepara la homilía para el domingo, este hablar… ¡Dios mío!, ¡parece ha menudo muy lejano! Pero si yo vivo con la Palabra, entonces veo que, de hecho, no es lejana, es actualísima, está presente ahora, concierne a los otros y a mí. Y entonces aprendo también a explicarla. Pero para esto se necesita un camino constante con la Palabra de Dios.


El estar personalmente con Cristo, con el Dios viviente, es una cosa; la otra cosa es que siempre podemos creer solamente en el “nosotros”. A veces digo: san Pablo escribió “La fe viene de la escucha” – no del leer. Tiene necesidad también del leer pero viene de la escucha, es decir, de la palabra viviente, de las palabras que los otros me dirigen y puedo oír; de las palabras de la Iglesia a través de todos los tiempos, de la palabra actual que ella me dirige mediante los sacerdotes, los obispos, los hermanos y las hermanas. Forma parte de la fe el “tú” del prójimo y forma parte de la fe el “nosotros”.


Y precisamente ejercitarnos en este soportarnos mutuamente es algo muy importante; aprender a acoger al otro como otro en su diferencia, y aprender que él debe soportarme en mi diferencia, para convertirnos en un “nosotros”, a fin que un día en la parroquia podemos formar una comunidad, llamar a las personas a entrar en la comunidad de la Palabra y estar en juntos en camino hacia el Dios viviente. Forma parte de esto el “nosotros” muy concreto, como es el seminario, como lo será la parroquia, pero luego siempre también el mirar más allá del “nosotros” concreto y limitado hacia el gran “nosotros” de la Iglesia de todo lugar y de todo tiempo, para no hacer de nosotros el criterio absoluto.


Cuando decimos “Nosotros somos Iglesia”, sí, es verdad, somos nosotros, no cualquier persona. Pero el “nosotros” es más amplio que el grupo que lo está diciendo. El “nosotros” es la entera comunidad de los fieles, de hoy y de todos los lugares y de todos los tiempos. Y digo luego siempre: en la comunidad de los fieles, sí, allí existe, por así decir, el juicio de la mayoría de hecho, pero no puede haber nunca una mayoría contra los Apóstoles y contra los Santos: esto sería una falsa mayoría. Nosotros somos Iglesia: ¡seámoslo! ¡Seámoslo precisamente en el abrirnos e en el ir más allá de nosotros mismos y en el serlo juntamente con los otros!


Creo que, en razón del horario, tal vez debería concluir. Quisiera sólo deciros todavía algo.


La preparación al sacerdocio, el camino hacia él, requiere en primer lugar también el estudio. No se trata de una casualidad académica que se ha formado en la Iglesia de Occidente, sino que es algo esencial. Todos sabemos que san Pedro ha dicho: “Estad siempre prontos para dar, a quien os lo pidiere, la razón (logos) de vuestra esperanza” (cfr. 1Pedro 3,15).


Nuestro mundo actual es un mundo racionalista y condicionado por el cientificismo, también si muy a menudo se trata de un cientificismo sólo aparente. Pero el espíritu del cientificismo, del comprender, del explicar, del poder saber, del rechazo de todo lo que no es racional, es dominante en nuestro tiempo. En esto hay también algo grande, aún si con frecuencia se esconde detrás mucha presunción e insensatez. La fe no es un mundo paralelo del sentimiento, al que nos permitimos adherirnos, sino que es lo que abraza el todo, le da sentido, lo interpreta y le da también las directivas éticas interiores, a fin que sea comprendido y vivido en vista de Dios y a partir de Dios. Por eso es importante estar informados, comprender, tener la mente abierta, aprender. Naturalmente, dentro de veinte años estarán de moda corrientes filosóficas totalmente distintas de las de hoy: si pienso en lo que entre nosotros era la más alta y la más moderna moda filosófica y veo como todo esto está ya olvidado… Sin embargo, no es inútil aprender estas cosas, porque en ellas hay también elementos duraderos. Y sobre todo con esto aprendemos a juzgar, a seguir mentalmente un pensamiento – y a hacerlo de modo crítico – y aprendemos a hacer que, en el pensar, la luz de Dios nos ilumine y no se apague.


Estudiar es esencial: sólo así podemos hacer frente a nuestro tiempo y anunciar el logos de nuestra fe. Estudiar también de modo crítico – en la conciencia de que mañana otro dirá algo diverso – pero ser estudiantes atentos y abiertos y humildes, para estudiar siempre con el Señor, frente al Señor y por el Señor.


Sí, podría decir todavía muchas cosas, y tal vez debería hacerlo… Pero agradezco por la escucha. Y en la oración todos los seminaristas del mundo están presentes en mi corazón – no así tan bien, con los nombres singulares, como los he recibido aquí, pero sin embargo en un camino interior hacia el Señor: que Él bendiga a todos, a todos les de luz y a todos les indique el camino correcto, y nos regale muchos buenos sacerdotes.


Gracias de corazón.


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Fuente: Sitio de la Santa Sede


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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viernes, 23 de septiembre de 2011

Ecumenismo: claridad papal y una difícil conferencia de prensa

 

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El segundo día del viaje papal a Alemania se caracterizó, como se sabe, por el aspecto ecuménico. El Santo Padre pronunció dos importantes discursos en los que, con gran claridad, expuso la visión auténtica de la Iglesia Católica sobre el estado del ecumenismo, un compromiso asumido como irreversible, ciertamente, pero que debe ser entendido en forma correcta, tal como explicó hoy el Obispo de Roma, aún sabiendo que la claridad de sus palabras provocaría algunas inevitables “decepciones” o “frustraciones” entre aquellos que no comprenden el ecumenismo como lo comprende la Iglesia.


Mientras invitamos a nuestros lectores a leer atentamente tanto el discurso pronunciado por el Papa ante el Consejo de la Iglesia Evángelica Alemana como su homilía en la posterior Celebración ecuménica, presentamos este artículo donde se relata el intercambio de opiniones entre el Cardenal Koch y el Pastor Schneider surgido durante la conferencia de prensa realizada este mediodía.

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Sonrisas y palabras recíprocas no han impedido a los representantes católicos y protestantes, presentes en Erfurt para la visita-homenaje del Papa a Martín Lutero, entablar un diálogo franco, durante una conferencia de prensa, que sobre algunos puntos históricos y doctrinales se convirtió en un apretado ida y vuelta.


El presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana, Nikolaus Schneider, ya había afirmado, en el discurso dirigido por la mañana al “querido hermano en Cristo” Benedicto XVI, que “sería una bendición” hacer posible, “en un tiempo no demasiado lejano”, la comunión eucarística común “a los creyentes que viven vínculos matrimoniales o familiares en los que se encuentran juntos confesiones diversas”. Concepto reiterado luego en una conferencia de prensa al mediodía, en la cual el pastor precisó que los protestantes plantean la cuestión ya “desde hace mucho tiempo” no sin suscitar algunas polémicas entre los hermanos católicos.


El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, reiteró que “antes están por resolver los temas más teológicos, comenzando por las cuestiones éticas sobre la vida” que, a su vez, han provocado polémicas entre los protestantes. Inmediata la réplica de Schneider, según el cual “las cuestiones teológicas son importantes pero la vida concreta de los fieles puede ser una auténtica categoría teológica no menos importante”.


Pocos minutos después y otra cuestión provocó nuevas chispas entre el exponente vaticano y el líder de los protestantes alemanes. Se trata de Martín Lutero, el padre de la Reforma, al cual Benedicto XVI en persona tributó un reconocimiento en un discurso pronunciado en la mañana. “¿No hay algo sustancial que lo vincula a la iglesia católica-romana, algo que permanece?”, había dicho Schneider en su discurso. “¿No puede concebirse tal vez al monje agustino de Erfurt, Martín Lutero, también como una suerte de bisagra entre nuestras Iglesia, ya que él pertenece a ambas?”.


Y a los periodistas que en la conferencia de prensa preguntaron si la Iglesia Católica estaba rehabilitando, o al menos revalorando, a Lutero, el mismo Schneider respondió: “Tal vez no habrá una rehabilitación formal, pero una revaloración de hecho de su figura la hemos escuchado muy claramente de boca del Papa. Sería fantástico – añadió – tener también una revaloración de su teología”.


Inmediata la réplica del cardenal Koch: “Este no es un camino en sentido único, también los evangélicos deben explicar cómo ven hoy la Reforma del siglo XVI, si con continuidad o con ruptura”.


El pastor protestante concluyó afirmando que un camino de “purificación de la memoria” debe efectivamente ser un “camino de sentido doble”, aún subrayando que la Iglesia evangélica alemana sigue vinculada a la figura de Lutero.


Para Schneider, más en general, el Papa ha puesto hoy “piedras importantes” en la construcción de las relaciones ecuménicas entre católicos y protestantes y ha subrayado cuán “personalmente importante” es Lutero para él.


El pastor subrayó luego que los 500 años de la Reforma luterana, que se celebrará en el 2017, no debe ser ocasión de hostilidad entre católicos y protestantes sino una fiesta de la fe a la cual serán invitados también los católicos, “aún si la cuestión debe ser todavía elaborada”.

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Fuente: Il blog degli amici di Papa Ratzinger


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Qué dice el “preámbulo doctrinal” presentado a la FSSPX?

 

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Presentamos este artículo, publicado en el blog Messainlatino, en el cual, junto a la postura personal del autor (en muchos puntos bastante discutible), se ofrecen algunos detalles adicionales, obtenidos por sus propias fuentes, sobre el preámbulo doctrinal que la Santa Sede presentó a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X como base para un acuerdo.

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El pasado 14 de septiembre fue presentado a Mons. Fellay, convocado a Roma para buscar una plena reconciliación, un “preámbulo doctrinal” como base para el acuerdo. El texto no ha sido publicado, al menos por tres razones: para permitir a los responsables de la FSSPX un examen más sereno, sin la presión de quienes verían, sin embargo, trampas y caballos de Troya incluso en el número de las comas; para preparar sobre él una meditada ilustración al Capítulo general de la Fraternidad; y finalmente… para permitir tal vez alguna limitad enmienda, sin que se sepa, donde un pasaje o un adjetivo pareciese realmente poco deseable para la FSSPX.


Adquiridas las debidas informaciones y aún queriendo respetar, por las mismas razones recién mencionadas, el vínculo de la reserva que protege el contenido del “preámbulo doctrinal”, no queremos privar a nuestros aficionados lectores de algún elemento de juicio adicional.


Puedo decir que, personalmente, no tendría problemas en firmar ese preámbulo. Pero yo no soy Superior de la FSSPX; por suerte, dirán muchos… Sin embargo, encuentro varias razones por las cuales el texto es una sorpresa positiva (digo sorpresa ya que Mons. Fellay, al dirigirse al encuentro, se esperaba una propuesta canónica-jurídica más que un texto doctrinal). Me atrevería a decir que la relativización del Concilio, que este preámbulo permite, representa una verdadera victoria para la Fraternidad, un punto extremadamente significativo, como (si no más) la solemne afirmación del motu proprio según el cual la liturgia antigua nunca fue abrogada. Pero victoria para Mons. Fellay no significa derrota para Roma: como ya había escrito, un acuerdo – y así también la demolición del “superdogma” conciliar –representa una solución win-win, donde ambas partes obtienen mucha ganancia.


El contenido del preámbulo, que a fin de cuentas es un documento muy sintético, se puede compendiar esencialmente en dos puntos. Comenzamos por el segundo porque es algo sencillo: para decirlo en pocas palabras, la FSSPX debe modificar los tonos y expresar lo que tenga para decir de un modo respetuoso y filial, así como colaborar lealmente con todas los otros miembros del Cuerpo místico. En lenguaje eclesial-teológico, esto se define “sentire cum Ecclesia”.


El primer punto del preámbulo, en cambio, el más importante, es la reproposición del contenido del canon 750, es decir, de la necesidad para un católico de aceptar la enseñanza magisterial según los grados de adhesión sancionados por aquel artículo y por la carta apostólica Ad tuendan fidem de Juan Pablo II. En síntesis, hay tres diversos niveles de vinculación de la enseñanza magisterial: como aclaraba una Nota explicativa del entonces Cardenal Ratzinger, en la función de Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hay verdades que la Iglesia proclama divinamente reveladas y son, por lo tanto, irreformables y deben ser acogidas con “fe teologal”. Quien no cree en ellas, no es católico. Tales son los dogmas de fe, sobre los cuales, por otro lado, la FSSPX no tiene problema alguno (Mons. Fellay daba el ejemplo del dogma trinitario). Igual asentimiento de fe firme (e igual ausencia de problemas para la FSSPX) concierne a aquellas doctrinas sobre la fe o la moral no fundadas directamente sobre la Escritura, pero enseñadas por la Iglesia infaliblemente, porque así son proclamadas o reafirmadas siempre por el Magisterio. Ejemplos de este último tipo (que se leen precisamente en la Nota explicativa) son la imposibilidad de la ordenación femenina, la prohibición de la eutanasia, la canonización de los santos.


Requieren, en cambio, un “religioso obsequio de voluntad y entendimiento” aquellas enseñanzas del Magisterio del Pontífice o del Colegio de los Obispos que no se presentan como definitivas (tal vez porque contradicen precedentes enseñanzas: piénsese – el ejemplo es nuestro – en la prohibición de préstamo con intereses). La Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe se abstiene prudentemente de dar ejemplos de este tipo, tal vez porque sería como disminuir las enseñanzas que fuesen señaladas en esta categoría. El hecho es que las enseñanzas más controvertidas del Concilio, como también el Magisterio sucesivo que ha repetido aquellas enseñanzas, no podrían asumir un nivel de vinculación superior a éste, visto que el Concilio ha declarado no querer definir ninguna nueva “verdad” y que el hecho mismo de ser proposiciones, si no en “ruptura”, al menos en “reforma” respecto al Magisterio anterior, las priva necesariamente de todo carácter definitivo.


En la práctica, se pide a la Fraternidad suscribir la profesión de fe a la que está sujeto todo católico; parece algo muy factible. Pero alguno podría temer que aquella obligación de “religioso obsequio de voluntad y entendimiento”, si es aplicado a ciertas enseñanzas conciliares, pueda dificultar, o bien anular (con ciertas condiciones, es posible disentir – pero no en forma excesiva- de las enseñanzas no definitivas), el derecho de crítica al Concilio. Y aquí está la magnífica novedad.


Como informa el comunicado oficial de la Santa Sede, el Preámbulo deja “a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares  presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo”. Nótese que el objeto de esta discusión, que es expresamente reconocida como “legítima”, no son sólo las interpretaciones de los documentos, sino el texto mismo de estos últimos: las “expresiones o formulaciones” usadas en los documentos conciliares.


Por lo tanto, estamos mucho más allá de la mera hermenéutica: se vuelve lícito criticar las palabras mismas (y no sólo el significado o la interpretación de aquellas palabras) que los Padres conciliares eligieron para componer los documentos. Si las palabras usadas en el preámbulo y luego en el comunicado oficial tienen un sentido, hay aquí una revolución copernicana en el acercamiento al Concilio: es decir, el cambio desde un mero plano exegético a uno sustancial (este es un punto que me parece ausente en el por otro lado bello análisis de don Morselli publicado en esta blog). En el discurso del 15 de agosto, Mons. Fellay decía que, para Roma, el Concilio es un tabú y que por eso se limita a criticar la envoltura externa, es decir, la interpretación. Ahora, en cambio, será lícito afrontar también el núcleo. Lo que implica además que aquellos pasajes textuales controvertidos, en cuanto libremente discutibles, no requieren ni siquiera aquel grado mínimo de adhesión que consiste en el “religioso obsequio”.


En sentido análogo se expresa también el padre Barthe, experto conocedor de asuntos eclesiales, en este iluminador artículo que os exhorto a leer, como también el vaticanista de Le Figaro.


Recordareis cómo, en los pasados meses, los ponderosos ensayos de un Gherardini o de un De Mattei han recibido apresuradas condenas (en lugar de profundizadas y meditadas críticas), basándose en la apriorística acusación de ponerse contra el Papa, que del Concilio ha criticado sólo la hermenéutica de la ruptura y no los textos en sí mismos, que alguno (pienso en el P. Cavalcoli o en Introvigne) quisieran “dogmatizar” al punto de considerarlos definitivos. Y bien, como a menudo sucede cuando se es más papistas que el Papa: Gherardini – De Mattei 1 / Equipo de los neocon 0.


Es un gran éxito para Mons. Fellay, para la Iglesia y para el Papa Benedicto, que se preocupa muchísimo por dos cosas: la curación de una dolorosa ruptura eclesial y el redimensionamiento del “tótem Concilio”, del cual ya en otros tiempos llegó a decir (Alocución a los obispos de Chile del 13 de julio de 1988):


“La verdad es que el mismo Concilio no ha definido ningún dogma y ha querido de modo consciente expresarse en un rango más modesto, meramente como Concilio pastoral; sin embargo, mu­chos lo interpretan como si fuera casi el superdogma que quita importancia a todo lo demás. […] No se tolera la crítica a las medidas del tiempo postconciliar; pero donde están en juego las antiguas reglas, o las grandes verdades de la fe –por ejemplo, la virginidad corporal de María, la resurrección corporal de Jesús, la inmortalidad del alma, etc.–, o bien no se reacciona en absoluto, o bien se hace sólo de forma extremadamente atenuada”.


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Fuente: Messainlatino


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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sábado, 17 de septiembre de 2011

Benedicto XVI en Alemania: “El Papa provoca. ¡Y esto es grandioso!”

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Presentamos nuestra traducción de un análisis, muy completo e interesante, de la realidad que encontrará Benedicto XVI en Alemania, en su próximo viaje apostólico internacional, realizado por la revista internacional de Comunión y Liberación.

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“El Papa provoca”, afirma Peter Seewald. “¡Y esto es grandioso!”, añade el autor de varios libros-entrevista con Benedicto XVI, al ser consultado por Tracce. “Sería malo si ya no provocase, entonces realmente habría que temer”. En efecto, la próxima visita de Benedicto XVI a Alemania es provocadora. De repente la fe sale de los nichos privados para volver a ser nuevamente propuesta en una sociedad pluralista.


Después de dos visitas pastorales – a Colonia, con ocasión de la JMJ, y a Baviera, su tierra natal – el Pontífice llegará a Berlín el 22 de septiembre para su primera visita de Estado oficial. Los momentos sobresalientes del viaje serán un discurso en el Bundestag y una Misa en el Estadio olímpico. Además, al visitar Erfurt, capital de Turingia, cruzará los límites de la ex República Democrática Alemana (DDR). Finalmente tendrá una vigilia de oración con los jóvenes en Friburgo.


Pero el viaje apostólico de cuatro días en su patria no será precisamente para el Papa como “jugar en casa”. Benedicto XVI se encontrará frente a una sociedad cada vez más secularizada y a una Iglesia cuya división interna ha salido a la luz precisamente en la inminencia de su visita.


Berlín es un claro ejemplo de sociedad postmoderna y multicultural. Hospeda a la comunidad musulmana más numerosa de Alemania, pero también la mayor comunidad homosexual, a la cual declara provocadoramente pertenecer también el actual alcalde Klaus Wowereit (SPD, el partido social-democrático). El Land de Berlín es gobernado desde el 2001 por una coalición formada por el SPD y por el partido de izquierda, heredero del SED comunista, que en la parte oriental de la ciudad recibe siempre un alto porcentaje de consenso. Y dado que inmediatamente antes de la visita pontificia será elegido el nuevo Senado de Berlín, las calles no están invadidas por carteles del Papa sino por los electorales.


Cuando todavía muchas comunidades estaban separadas por el muro, Juan Pablo II la definió “diócesis más difícil del mundo”. En la ex capital prusiana los católicos representan una minoría pero, de todos modos, su número se acerca a los 314.000. Después de la caída del muro, con el traslado del Gobierno, llegaron muchos católicos de la región de Renania, con varias órdenes religiosas y comunidades, porque Berlín representaba para ellos un lugar privilegiado de la nueva evangelización. También Comunión y Liberación está presente aquí con una pequeña comunidad desde hace cerca de diez años.


A pocos meses de la inesperada muerte del Arzobispo de Berlín, el cardenal Georg Sterzinky, será su recientemente nombrado sucesor, el arzobispo Rainer-Maria Woelki, quien reciba al Papa frente a 70.000 fieles en el Estadio olímpico. Inicialmente los organizadores pensaban relegar la Misa pontificia al mucho más pequeño espacio frente al castillo de Charlottenburg, pero los pedidos de billetes de ingreso y las protestas de la gente fueron tales que la administración diocesana decidió trasladar el evento al estadio, donde había celebrado la Misa también Juan Pablo II.


También la intervención del Papa en el Parlamento ha sido objeto de controversias. Los diputados de izquierda y de los verdes han contestado el derecho de palabra del Jefe de la Iglesia. Son aquellos que se alinean en las crecientes filas de laicistas que pretenden hablar en nombre de aquel 30 por ciento de la población alemana que no se reconoce más en ninguna iglesia o comunidad religiosa. El Presidente del Bundestag Norbert Lammert (Unión cristiano democrática, CDU) ya había invitado al Papa en el 2009, en el 20º aniversario de la caída del muro, para que pronunciase un discurso programático sobre Europa. Hoy, considerada la precaria condición de la Unión Europea, su discurso debería tener un peso todavía mayor. Benedicto XVI se encontrará también con el ex canciller Helmut Kohl, gravemente afectado por un ictus, como gesto de homenaje por sus méritos en la construcción de la unidad europea.


Bajo la bandera de la reunificación, pero sobre todo del ecumenismo, estará luego la visita a Erfurt. La diócesis fue fundada por San Bonifacio, “apóstol de los alemanes”. Entre 1505 y 1511 vivió en aquella ciudad también el reformador Martin Lutero, huésped del monasterio agustino donde él, todavía católico, celebró su primera Misa en 1507. En este mismo lugar el Papa Benedicto se encontrará con las autoridades de la Iglesia evangélica: encuentro importante, fuertemente querido por el Papa en persona.


Ratzinger mismo conoce Erfurt desde los tiempos en que enseñó allí como “visiting scholar”. En los años ’60 y ’70, por lo tanto todavía en tiempos de la DDR, realizó algunos ciclos de lecciones en el Seminario católico central de Alemania del Este.


En la Misa central en la plaza de la Catedral, con el pintoresco fondo de la catedral y de la Severikirche, participarán muchos fieles de etnia sorbia – tradicionalmente católicos – como también los católicos de alrededor de Eichsfeld. Durante la dictadura comunista, los católicos de estos dos territorios permanecieron fieles a su credo a pesar de las persecuciones, y constituyen todavía hoy una tangible presencia eclesial en un ambiente cada vez más lejano de la religión. Por eso también la Conferencia episcopal erigió el año pasado en Erfurt su nueva “base católica para la pastoral misionera”.


En las últimas dos jornadas el Pontífice, en Friburgo, se dirigirá a toda la Iglesia local. El nacimiento de la segunda diócesis más grande de toda Alemania se remonta, de hecho, sólo a 1821, como unificación de la diócesis de Constanza y de partes de otras diócesis. Pero su catedral gótica, de larga tradición cristiana, cuenta con “el campanario más bello de toda la cristiandad”, como afirmó el escritor católico Reinhold Schneider. El Arzobispo de Friburgo, Robert Zollitsch, es actualmente también presidente de la Conferencia episcopal. La situación de la Iglesia en el suroeste de Alemania representa de modo ejemplar la condición de la mayor parte de las diócesis católicas: gracias a la Kirchensteuer (impuesto eclesial) están entre las Iglesias más ricas del mundo y mantienen numerosas estructuras pero en su interior están cada vez más debilitadas.


Con la rápida disminución de los fieles practicantes se registra también una drástica caída en las vocaciones sacerdotales. En 1960 los sacerdotes activos en la pastoral parroquial eran cerca de 15.500: hoy son sólo 8.500. En 2010, en Alemania, las nuevas ordenaciones han sido sólo 150, obligando así a unificar numerosas parroquias.


Los católicos alemanes en los pasados años atravesaron también numerosas crisis: el escándalo en torno al obispo tradicionalista Williamson, que negaba el Holocausto, atrajo fuertes críticas en relación con la responsabilidad histórica de los alemanes. Finalmente la canciller federal Angela Merkel (CDU) se sintió incluso en el deber de pedir oficialmente una aclaración al Papa. Luego salió un estudio sobre el maltrato de los niños en los orfanatos después de la guerra, muchos de los cuales eran gestionados por entes religiosos. Y finalmente han salido a la luz, también en la República Federal Alemana, muchos casos de abusos de menores por parte de sacerdotes. En realidad se trataba, en su mayoría, de casos muy lejanos en el tiempo, y su número es relativamente reducido respecto, por ejemplo, a los Estados Unidos o Irlanda. Sin embargo la Iglesia, en razón de estos hechos, ha sido a menudo objeto de fuertes ataques por parte de la opinión pública.


La Iglesia, por su parte, ha reaccionado con numerosas medidas, además de las liturgias penitenciales, con un endurecimiento de las normas y el resarcimiento de las víctimas. Pero igualmente se ha verificado una gran oleada de alejamientos de la Iglesia de las pasadas décadas: en el 2009 han sido 123.681 los católicos que abandonaron la Iglesia en 27 diócesis; en el 2010 han llegado a 181.200.


La grey, tan duramente probada, puede entonces encontrar gran consuelo, alivio y ánimo en la visita del Santo Padre. Pero paradójicamente la visita a Friburgo será la parte más difícil para Benedicto XVI: la porción más organizada del catolicismo laico alemán, además de cerca de 300 docentes alemanes de teología, retirados pero aún activos, se prepara a encontrar al Pontífice no con alegre espera sino con decididas reivindicaciones. Para afrontar la crisis de confianza de la opinión pública ellos pretenden reformas radicales. “El catolicismo alemán está atrapado en un conflicto interno entre facciones adversas, precisamente en vísperas de la visita del Pontífice en Alemania”, tituló el periódico Die Welt. Las posiciones más conservadores ven incluso tendencias separatistas de la Iglesia de Roma.


Para comenzar, en primavera ocho exponentes políticos católicos de la CDU, pertenecientes al “Comité central de los católicos alemanes”, organismo oficial laico, “preocupados” por la creciente falta de vocaciones sacerdotales, han auspiciado en una carta abierta la admisión al sacerdocio de “vir probati”, hombres casados. Tan sólo una semana después 144 docentes de teología publicaron un documento que solicitaba una reforma estructural de la Iglesia, que luego encontró aún otros partidarios. Además, muchas asociaciones católicas han manifestado la propia solidaridad con los firmantes del documento. Junto a la abolición de la obligación del celibato, ellos reivindican el sacerdocio para las mujeres, una mayor libertad de interpretación de la liturgia, estructuras sinodales en todos los niveles, la participación de los laicos en la ordenación de sacerdotes y obispos, y el reconocimiento de las parejas homosexuales.


De hecho, muchas de estas reivindicaciones no son una novedad. En el pasado ya habían sido planteadas en documentos análogos, y se volvieron a plantear últimamente en el así llamado “Sínodo de Würzburg” de los católicos alemanes, llevado a cabo en 1975. Los críticos hacen notar que las reivindicaciones fundamentales ya han sido realizadas en las comunidades religiosas protestantes. Estas últimas, sin embargo, registran un éxodo todavía más rápido de sus fieles. El documento ha sido obviamente rechazado por muchos obispos, que denunciaban sobre todo la creciente pérdida de una concepción católica de la Iglesia. El cardenal curial Walter Kasper ha denunciado un “replegarse sobre sí mismos”, que descuida totalmente el problema real, es decir, la “crisis de lo divino” o, en otras palabras, la crisis del sentido religioso. De hecho, el debate interno a la Iglesia suscita escaso interés en la opinión pública. La gente está más bien a la búsqueda de respuestas a las propias preguntas existenciales y se siente cada vez más insegura frente a la creciente crisis.


En este contexto general, la comunidad de Comunión y Liberación en Alemania ha difundido un volante para invitar a los amigos a la visita del Papa. “Frente a la difícil situación de la Iglesia, que no puede dejarnos indiferentes, no ha sido sencillo llegar a un juicio claro”, afirma Hubert Kessler, profesor de religión. Y, como dice Martin Groos, responsable de la Fraternidad en Alemania, “existe siempre el peligro de caer en pura apología o en una actitud defensiva. Pero esto es demasiado poco frente a la novedad del cristianismo que hemos encontrado”.


De este modo, el volante es el resultado de una dura lucha, en la cual ha tenido un rol decisivo la confrontación con la actual Escuela de comunidad: “Si yo parto realmente de mi experiencia de un deseo de realización, entonces el punto de partida para una respuesta puede estar sólo en algo que remita al lugar donde yo he encontrado la respuesta”. Continúa Groos: “Precisamente por esto hemos también recordado que la solución no está, en primer lugar, en un análisis inteligente o en las reformas, sino sobre todo en tener fija la mirada en aquellas personas y en el participar en aquellos lugares que hacen visible una novedad de vida. De otra manera, todos los análisis y las propuestas de reforma no son más que utopías, que no producen otra cosa sino frustración”.


Las diversas comunidades juveniles del movimiento, sobre todo en Munich y Colonia, participarán en la vigilia de oración en Friburgo. Desde Colonia llegará Gianluca Carlin, sacerdote de la Fraternidad San Carlos, con cerca de 150 muchachos de su escuela. Cuando el encuentro con Cristo es vuelto a proponer en una forma auténtica, encuentra también una respuesta positiva: lo demuestra, por ejemplo, el número creciente de nuevos bautismos o de personas que vuelven a la Iglesia. Precisamente entre ellos se puede percibir aquella fascinación originaria que testimoniaban ya los primeros cristianos en la antigüedad. También esto forma parte de la realidad que el Papa encontrará en Alemania: un interés nuevo y genuino por la fe.


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Fuente: Tracce


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Mons. Fellay: “Nuestra decisión se tomará para el bien de la Iglesia y de las almas”

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Luego del encuentro entre las autoridades de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y las de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el sucesivo comunicado publicado por la Santa Sede, reproducimos la entrevista que el sitio oficial de la FSSPX (DICI)realizó a Mons. Bernard Fellay.


Además, según informó el Padre Federico Lombardi respondiendo a consultas de los periodistas, se ha sabido que no se ha establecido un límite de tiempo para la respuesta de la FSSPX, si bien se espera que ésta llegue en tiempos razonablemente breves, es decir, en cuestión de pocos meses. El vocero de la Santa Sede aclaró que existe la posibilidad de una “legítima discusión” sobre algunos pasajes de los documentos conciliares dado que “hay puntos vinculantes que no pueden ser puestos en discusión y otros menos esenciales”. “Hoy se ha dado un paso y es un paso importante de este proceso”, afirmó el Padre Lombardi. En cuanto a la eventual solución canónica, el vocero afirmó que se trataría de una prelatura personal internacional y no un ordinariato, como se dijo en algún momento.

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Entrevista de DICI a Mons. Bernard Fellay


¿Cómo se desarrolló el encuentro?


La reunión se desenvolvió en una atmósfera marcada por una gran cortesía y franqueza, pues por lealtad la Fraternidad San Pío X se niega a eludir los problemas que todavía quedan. De hecho, es en este espíritu que se desarrollaron los coloquios teológicos que tuvieron lugar en estos dos últimos años.


Cuando declaré, el último 15 de agosto, que estábamos de acuerdo sobre el hecho de que no estábamos de acuerdo a propósito del Concilio Vaticano II, también aclaré que cuando se trata de dogmas, como el de la Santísima Trinidad, evidentemente estamos de acuerdo cuando lo menciona el Vaticano II. Una frase no debe ser aislada de su contexto. Las discusiones teológicas tuvieron el gran mérito de profundizar seriamente y de aclarar todos estos problemas doctrinales.

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El comunicado oficial publicado en común por el Vaticano y la Fraternidad anuncia que un documento doctrinal le ha sido entregado a Ud. y que una solución canónica le ha sido propuesta. ¿Puede Ud. darnos algunas precisiones?


Este documento se titula « Preámbulo doctrinal »; nos ha sido entregado con vistas a un estudio en profundidad. Sin embargo, el término preámbulo indica bien que su aceptación constituye una condición previa a todo reconocimiento canónico de la Fraternidad San Pío X por parte de la Santa Sede.

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A propósito de este preámbulo doctrinal, en la medida en que eso no atañe a su confidencialidad, ¿podría confirmarnos que allí se encuentra, como ha sido anunciado en la prensa, una distinción entre lo que es de fe –a lo cual la Fraternidad adhiere plenamente – y lo que, tratándose de un concilio pastoral, como el mismo Vaticano II quiso serlo, podría estar sometido a una crítica, sin cuestionar la fe?


Esta nueva distinción no ha sido anunciada por la prensa solamente; y personalmente la he escuchado de diversas fuentes. Ya en 2005 el cardenal Castrillón Hoyos me decía, luego que yo le hubiera expuesto durante cinco horas todas las objeciones que la Fraternidad San Pío X formulaba contra el Concilio Vaticano II: “No puedo decir que esté de acuerdo con todo lo que Ud. me ha dicho, pero lo que ha dicho no hace que Ud. esté fuera de la Iglesia. Escriba, pues, al Papa para que levante la excomunión”.


En honor a la objetividad debo reconocer que no se encuentra, en el preámbulo doctrinal, una distinción neta entre el ámbito dogmático intangible y el ámbito pastoral sometido a discusión. Lo único que puedo decir, porque figura en el comunicado de prensa, es que este preámbulo contiene “principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y al “sentir con la Iglesia”, dejando de todos modos abiertos a una legítima discusión el estudio y la interpretación teológica de expresiones o de formulaciones particulares presentes en los textos del Concilio Vaticano II y del Magisterio subsiguiente”. Es eso, ni más, ni menos.

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En cuanto al estatuto canónico que sería propuesto a la Fraternidad San Pío X, a condición de adherir al preámbulo doctrinal, se ha hablado de prelatura más bien que de ordinariato, ¿es eso exacto?


Como Ud. lo señala acertadamente, este estatuto canónico está condicionado; su modalidad exacta sólo puede ser considerada más tarde, y queda todavía como objeto de discusión.

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¿Cuándo piensa Ud. dar su respuesta a la propuesta del preámbulo doctrinal?


En cuanto haya tomado el tiempo necesario para estudiar el documento y consultar a los principales responsables de la Fraternidad San Pío X, pues en materia tan importante me he comprometido ante mis cófrades a no tomar una decisión sin haberlos consultado antes.


Pero le puedo asegurar que nuestra decisión será tomada para el bien de la Iglesia y de las almas. Nuestra cruzada de rosarios, que se continúa por varios meses todavía, debe intensificarse para permitir que obtengamos, por la intercesión de María, Madre de la Iglesia, las gracias de luz y de fortaleza que más que nunca necesitamos.


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La Buhardilla de Jerónimo

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lunes, 12 de septiembre de 2011

Bajo la sombra de Lutero

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Presentamos nuestra traducción de una entrevista a Mons. Zollitsch, Arzobispo de Friburgo y Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, a pocos días del importante viaje apostólico de Benedicto XVI a su patria. En esta entrevista, que suscitó polémicas por las declaraciones del Arzobispo sobre los divorciados en nueva unión (y a las que respondieron públicamente el Arzobispo de Colonia y el Nuncio Apostólico en Alemania), se puede conocer un poco más, entre otras cuestiones, sobre la relación del Papa con la Iglesia de su país, la situación ecuménica y la tensión existente entre Roma y Alemania.

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Señor Arzobispo, cuando el Papa Benedicto venga a Alemania a fin de mes, ¿qué imagen tendrá efectivamente de Alemania?


Conoce bien las cosas. Lo he notado nuevamente durante mi última conversación con él, a mediados de agosto, en Castelgandolfo. Ha dedicado a esa conversación una hora y media y todavía una hora y media más durante el almuerzo. Y he notado que está muy informado sobre nosotros.

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¿Pero cómo se informa el Papa alemán sobre Alemania?


Por un lado, su secretario, mons. Georg Gänswein, es un alemán. Lo informa sobre las cosas más importantes, también por Internet. No se puede pretender que el Papa navegue en Internet directamente. Y luego tiene un amplio círculo de amigos en Alemania. Cuando me convertí en presidente de la Conferencia episcopal, me dieron enseguida el consejo de informar al Santo Padre, en lo posible, siempre directamente. Y debo decir que el Papa Benedicto realmente escucha.

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¿Mira los telediarios?


Las noticias las mira con las hermanas que se ocupan del cuidado de la casa, o bien se hace informar sobre las cosas por mons. Gänswein. Por otro lado, yo conozco a Gänswein desde su primer año de estudio universitario. De hecho, proviene de los alrededores de Friburgo y lo he seguido por todo el tiempo de su estudio.

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¿Qué importancia tienen los católicos alemanes en Roma?


Entonces, si debo hablar de modo polémico: en todos lados se piensa que si se necesita dinero, los alemanes importan mucho. Cuando, por ejemplo, el Santo Padre fue a Chipre, recibí una carta del arzobispo local que me pedía si podíamos contribuir con los gastos. Hay también otros ejemplos.

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¿De los alemanas como proveedores oficiales?


Vivimos esto de manera positiva: las instituciones de beneficencia alemanas hacen mucho por la Iglesia universal. Pienso en Misereor, Missio, Adveniat, y Renovabis, y la Caritas. La instrucción de los sacerdotes en América Latina, por ejemplo en Perú, es financiada fundamentalmente por Alemania. También el 60% de los sacerdotes de Sudáfrica son financiados por Alemania. Los católicos alemanes lo hacen posible sobre todo con su contribución de los impuestos para la Iglesia. Esto en Roma es absolutamente reconocido.

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¿Pero los alemanes no están en general, al mismo tiempo, bajo la sospecha de rebelión?


Naturalmente hay en Roma también otros que enseguida olfatean el alejamiento de la fe cuando nosotros en Alemania discutimos sobre algo, incluso contraponiéndonos. Entonces debo decir esto: a través de las múltiples experiencias de discusión – en varios contextos, no en último lugar el ecuménico – nosotros discutimos de modo diverso sobre los problemas de la fe respecto a como se hace en Italia. Pero esta apertura a la discusión que hay en Alemania, en Roma no es entendida muy fácilmente.

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¿Esto vale también para el papa Benedicto?


Siendo alemán, el Santo Padre conoce las cosas muy bien. Pero a algunos cardenales es necesario explicarles la situación de manera un poco más “intensa”. Pero está bien así.

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¿Y la gran sombra de Lutero?


Sí, Alemania en Roma es vista – no por el Santo Padre – todavía como el país del cisma. Algunas palabras fuertes de Lutero, también sobre los papas, son referidas todavía hoy. Esto hace renacer ciertos miedos cuando nosotros discutimos sobre cosas internas del catolicismo. La Reforma es sentida por muchos en Roma como una herida, lo cual es psicológica y teológicamente comprensible.

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¿También el Papa es crítico respecto a las discusiones alemanas sobre eventuales reformas?


Él ha sido profesor de institutos superiores, hasta el día de hoy conoce a sus colegas extremadamente bien. Considera, como también yo, que ciertas discusiones no deberían ser así. Pero sobre esto está mucho más tranquilo que otros en Roma.

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Sin embargo, después de la euforia de los primeros tiempos, parece haber entrado en muchos alemanes una indiferencia respecto a su compatriota que se encuentra en el trono papal.


Esto efectivamente no es sencillo de explicar. Por un lado, a momentos de gran entusiasmo sigue siempre una cierta normalidad. Tal vez en nosotros hay también una particular tendencia a la autocrítica. Corremos el riesgo de encerrar siempre nuestra alegría en un ángulo de nuestro corazón. Además seguramente llegamos con facilidad a considerar que en Roma se debe pensar exactamente como pensamos nosotros. Pero de este modo se olvida la grandeza y la variedad de la Iglesia universal.

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¿Pero el Papa soporta la crítica?


Es bueno que se pueda discutir abiertamente con él. No es en absoluto el profesor o el Papa lejano que se cierra a las opiniones de los otros.

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¿No es alguien que lo tome a mal?


No, no si lo toma como expresiones francas.

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¿Pero hay personas en el Vaticano que lo toman a mal?


Algunos en el Vaticano tienen la impresión de que los alemanes prefieren establecer ellos mismos cuándo y por qué el Papa deba expresarse. Y esto es criticado.

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El presidente federal Wulff está muy comprometido con la visita del Papa a Alemania. Wulff es católico, separado y en una nueva unión. Según las reglas vigentes, él está excluido de la Eucaristía. ¿Esto no hace pensar a la jerarquía eclesiástica católica?


Evidentemente esto hace pensar. El presidente federal ha dado mucha importancia al hecho de que el Papa viniese. Nosotros nos planteamos muy frecuentemente la pregunta de cómo podemos ayudar a las personas cuya vida en muchas cosas ha transcurrido de modo infeliz. De estas experiencias forma parte también un matrimonio que ha fracasado. Por lo tanto, es un problema de misericordia y sobre esto en los próximos tiempos hablaremos de modo intenso.

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¿Cuál es, entonces, su respuesta: el presidente federal es un buen católico?


Para mí es un católico que vive su fe y sufre por cómo es la situación. Yo reconozco al presidente federal por su testimonio público de fe.

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Pero esto tiene gran peso: algunas reglas de la Iglesia son tan severas que ni siquiera un jefe de Estado puede observarlas.


Este es un problema serio del que debemos ocuparnos. Y yo personalmente espero poder vivir todavía un tramo de este camino.

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Y si Wulff fuese a usted para recibir la Comunión, ¿usted se la negaría?


No creo que viniese.

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Además del presidente federal, el Papa en Berlín se encontrará con el actual alcalde. También Klaus Wowereit es católico y, dado que es homosexual, también a él su Iglesia le dice que vive en pecado. ¿La Iglesia no se mutila a sí misma excluyendo así a tantos grupos?


Estas situaciones me preocupan, lo entiende también usted. Debemos realmente buscar cómo dar respuestas a preguntas sobre opciones de vida que estén fundadas también teológicamente.

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Usted se encuentra frente a un problema, que a menudo se plantea también a las empresas: ¿cómo cambiar sin traicionarse a sí mismos?


Sí, debemos emprender un trabajo de transformación de nuestra “hacienda”. Como católicos nos interesa que en esto nos siga posiblemente una gran parte de los creyentes.

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¿No teme que la visita del Papa produzca desilusión – muchas palabras y puestas en escena pero finalmente todo sigue como antes?


No debemos sobrecargar esta visita con demasiadas expectativas, pretender demasiado de esta visita. El Papa mismo es muy realista y dice que no podemos pretender que el día después de su visita todo haya cambiado en Alemania.

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¿Se puede esperar algo respecto a la cuestión ecuménica de esta visita?


Por impulso, diría que sí

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¿Cómo podría ocurrir?


¡Pero deje al menos que el Santo Padre llegue!

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Entonces hagamos preguntas a largo plazo: ¿nuestros hijos verán el final del celibato?


No creo que esta sea la solución de la Iglesia universal. Pero creo que sobre el tema de los divorciados en nueva unión podrán darse pasos adelante – estando yo todavía con vida.

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¿Qué les dice a los sostenedores de las reformas, que se sienten frustrados por la lentitud de los cambios en la Iglesia católica?


También yo corro el riesgo a veces de cansarme y pienso: ¿por qué las cosas no proceden más de prisa? A veces también yo debo imponerme la paciencia necesaria.

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¿Pero la Iglesia finalmente tiene todavía influencia en Alemania?


La política busca el contacto con nosotros sobre muchas cuestiones, pero también somos repetidamente atacados. Las dos cosas van juntas. El Papa ha dicho: si el mundo choca con la Iglesia significa que toma la fe en serio.

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¿Hay actualmente un partido que sea más cercano que otros al cristianismo?


Me alegra que haya entre nosotros un partido que tiene en el nombre la C [cristiano]. Esto tiene la ventaja de que yo puedo decir qué espero de la C.

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¿Un buen católico debe votar a CDU o CSU?


Es ciertamente algo bueno que los partidos de la Unión continúen luchando por la C. Pero en relación a la propia decisión sobre quién votar, cada católico debe ponderar personalmente, mucho más atentamente que antes. Luego puede llegar a la convicción de que determinadas demandas tal vez son mejor sostenidas en otros partidos. También entre los verdes constato siempre coincidencias con las convicciones cristianas.

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¿Esto es parte del fenómeno verde como partido de pueblo?


La cuestión ecológica está siempre ligada al tema de la creación. Y el presidente de los ministros de nuestro Land, Kretschmann, que es un verde, expresa claramente su fe y colabora con nosotros en el consejo diocesano. Ciertamente han cambiado varias cosas desde que aparecieron en escena los verdes.

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¿Los verdes pueden definirse un partido cristiano?


Son un partido en el que muchos cristianos se sienten en casa.

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Usted ha sido por diez años director del seminario – y entonces el número de los solicitantes aumentó. ¿Qué sucede ahora?


Es cierto, en aquel período el número de los seminaristas se duplicó. Había entonces entre 20 y 25 ordenaciones sacerdotales al año. Lo decisivo, según mi experiencia, era el contacto personal, de muchísimos modos. A través de los profesores de religión, llevar jóvenes interesados a conversar unos con otros sobre el tema.

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¿Qué interpela tanto a los jóvenes para hacer que quieran todavía realmente convertirse en sacerdotes?


Se preguntan: ¿qué significa para mí Dios, y yo qué puedo ofrecer? Esto debería ser ya lo decisivo. Luego se agrega la alegría de una vida comunitaria en la Iglesia, también en la liturgia.

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¿Qué lo ha impulsado a ser sacerdote?


Ha sido en efecto una pregunta muy sencilla: ¿por qué cosa vale la pena vivir?

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¿Usted no habla, de hecho, de la atracción de un director espiritual, carismático?


Naturalmente la persona que hace de guía desarrolla un rol importante. Antes era a menudo un capellán en la comunidad, para muchos ha sido también Karol Wojtyla. Pero finalmente la decisión debe ser autónoma.

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¿Hay una explicación para el hecho de que una figura con enormes problemas personales y en parte ideas espantosas como el obispo Mixa haya tenido en su seminario tan gran afluencia?


Es seguramente una cuestión relativa a los criterios de elección. Yo tengo un principio, que se ha confirmado: el primero no es el más misericordioso. Si yo llego a la convicción de que alguien no es adecuado, se lo digo de inmediato y claramente.

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¿Quién no es adecuado, según su experiencia?


No es adecuado quien tiene graves problemas en el plano psicológico o quien busca en la Iglesia un mundo perfecto lejano de la realidad. Allí se siente que no resistirá por mucho tiempo.

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¿La Iglesia no es para religiosos celosos?


No, no es suficiente un celo en la fe, debe haber también un fundamento sólido.

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Una vez usted habló de una dura prueba: durante la guerra, mientras era niño, usted fue expulsado de la actual Serbia. En aquella ocasión su hermano mayor fue asesinado frente a sus ojos. ¿Para un cristiano es más fácil superar tal tragedia?


No es nunca fácil, todavía, hablar de esto. Tenía seis años y aún escucho los disparos.

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Estabais huyendo…


… sí, y luego fuimos puestos en un campo de exterminio.

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¿Un campo de exterminio como bajo los nazis?


Sí, los rebeldes de Tito querían aniquilar la población alemana y sistemáticamente dejaban que la gente muriera de hambre. Un cuarto de nuestro pueblo murió así.

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¿Y allí encontraba a Dios?


Estábamos en un Lager y no teníamos más respuestas. Sin embargo, cuando a la noche estábamos sentados sobre la paja y rezábamos el rosario, la gracia de la fe abrió otra dimensión.

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¿Qué significa?


Frente a nosotros estaba la oscuridad. Pero luego está también Aquel que sufrió todo por nosotros, Jesucristo. Para mí esto se convirtió en la orientación fundamental, y por esta perspectiva valía la pena vivir.

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¿Y nunca se quejó a Dios, preguntándole cómo había podido permitir esto?


Ciertamente la pregunta me ha atormentado con frecuencia. Para esto hay una respuesta teológica, pero yo sé que en el fondo no hay ninguna respuesta fácil. La oscuridad está allí y te quedas sin palabras.

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¿A pesar de una fe fuerte?


Sí, lo he visto y vivido muy fuertemente con mi madre. Mi padre fue enrolado como militar en 1944. Y mi hermano, que entonces todavía vivía, dijo: “Papá, lléveme con usted”. Entonces nos dirigíamos a los padres tratándolos así. Pero mi padre dijo: “Muchacho, quédate aquí, cerca de mamá”. Y mamá hasta el final se sintió culpable. “Si yo lo hubiese dejado ir, estaría todavía vivo”. Esta cruz la debió llevar junto a ella.

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Fuente: Fine Settimana


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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