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La Comisión mixta para el diálogo entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas está reunida en Viena desde el 20 hasta el 27 de septiembre. El tema que están tratando es el primado del Obispo de Roma en la comunión de la Iglesia del primer milenio. Ofrecemos este interesante artículo sobre el tema, que contiene algunas declaraciones del arzobispo Koch y del metropolita Ioannis, ambos co-presidentes de la Comisión. Aprovechamos la ocasión para unirnos en la oración por el descanso eterno de Mons. Eleuterio Fortino, sub-secretario del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, fallecido esta semana en Roma a los 72 años de edad.
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La Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas están haciendo progresos en vista de un “completo” reconocimiento recíproco como “Iglesias hermanas” que les permita alcanzar la unidad en la “diversidad”, según un modelo ya esbozado por el Papa Benedicto XVI con su decisión de acoger “en bloque” a comunidades anglicanas que podrán mantener su identidad y tradiciones.
Es cuanto surge en estos días del encuentro, en Viena, de la Comisión teológica mixta para el diálogo entre católicos y ortodoxos, sobre el tema del “Primado del Obispo de Roma en el primer milenio”. Las dos delegaciones de teólogos estaban guiadas respectivamente por el metropolita Ioannis de Pérgamo, representante del Patriarcado ecuménico de Constantinopla, y por mons. Kurt Koch, desde este verano presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos. Estaban presentes también el metropolita Hilarion, “ministerio de Exteriores” del Patriarcado de Moscú – la más populosa entre las Iglesias ortodoxas – y el arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schonborn, anfitrión del encuentro.
En una conferencia de prensa conjunta con el metropolita Ioannis, mons. Koch explicó que el modelo de unidad futura entre las Iglesias es “la gran pregunta” que deberá ser afrontada en el futuro del diálogo, y que el camino a seguir para el futuro es uno que sepa acoger la “diversidad” en la unidad: “Creo que también el pensamiento del Papa va en esta dirección”, dijo el arzobispo. “Hemos visto los temas que deberíamos discutir – explicó mons. Koch, según refiere el blog FaithWorld -: el primado papal y la sinodalidad. La Iglesia católica tiene un fuerte primado pero probablemente no ha desarrollado la sinodalidad como la Iglesia ortodoxa. La fuerza de la Iglesia ortodoxa está en su sinodalidad pero la doctrina del primado no es tan fuerte. Podemos enriquecernos unos a otros”, porque “el principio base del ecumenismo es el intercambio de los dones”. “Unidad – dijo luego Koch – significa considerar ambos como Iglesias plenamente hermanas. Así como la Iglesia (católica) de Viena es hermana de la Iglesia de Basilea, la Iglesia ortodoxa será una Iglesia hermana para nosotros”. “Creo que también el pensamiento del Papa va en esta dirección – agregó -. Ha dicho a los anglicanos que quieren volver que podrán conservar su tradición y celebrar su liturgia. Por lo tanto, ha dicho que debería haber diversidad. Esto será un segundo paso, si bien es demasiado pronto para preguntarnos cuándo lo podremos dar juntos”.
El metropolita Ioannis, después de haber considerado que “no hay nubes de desconfianza entre nuestras dos Iglesias”, indicó que en el futuro el diálogo católico-ortodoxo asumirá un carácter más “teológico”, alejándose de la indagación histórica sobre la Iglesia del primer milenio – antes, por lo tanto, del cisma entre la Iglesia de Oriente y la de Occidente del 1054 – que lo ha caracterizado hasta ahora. “Lo que hemos decidido en Ravena (sede del encuentro que, en el 2007, ha llevado a la firma de un documento común que reconoce la necesidad de un “primado” en la Iglesia a sus diversos niveles, local, nacional, universal), parece ser confirmado por la historia del primer milenio”.
En cuanto al futuro, Ioannis ha explicado que no hay ningún “modelo preconstituido”: el resultado “será el fruto de un cierto... – no lo llamaría reforma, es demasiado fuerte – sino de una adaptación de ambas partes”. Si los ortodoxos, por una parte, refuerzan “su unidad universal y su concepto de primado” y los católicos, por otra, su “dimensión sinodal”, “el resultado – para el metropolita – se acercará a una concepción de la Iglesia que está unificada del modo correcto en su estructura fundamental”. “Ciertamente – prosiguió – debemos estar unidos en la fe. Hay ciertas cosas fundamentales en materia de fe que deben ser aclaradas. Pero el resto puede ser dejado a la diversidad. Hay costumbres, costumbres litúrgicas y otras costumbres, que pueden ser dejadas a cada Iglesia para que las organice libremente”.
Difícilmente, sin embargo, del encuentro del Viena que se concluirá mañana saldrá un documento como el de Ravena: “El papel es paciente”, dijo mons. Koch. La próxima plenaria de la Comisión podría reunirse dentro de uno o dos años.
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Fuente: Il blog degli amici di Papa Ratzinger
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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3 Comentarios:
Che, el de la derecha en la foto, ¿no es Schoborn?
Sí. La arquidiócesis católica de Viena era la sede que recibía a la comisión esta vez.
Ah, que susto, pensé que al diálogo lo dirigía él.
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