miércoles, 21 de abril de 2010

Un rabino analiza el pontificado de Benedicto XVI

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Benedicto XVI con el Rabino Neusner

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Ofrecemos nuestra traducción de un interesante artículo que el rabino Jacob Neusner, que desde hace años mantiene con el actual Papa un intercambio epistolar, escribió para un diario italiano en el que comenta, desde su perspectiva, el pontificado de Benedicto XVI.


El rabino Neusner fue citado por el Papa Ratzinger en su libro “Jesús de Nazaret” por la lectura que realiza, a partir de los Evangelios, de la figura de Jesucristo, llegando a una conclusión muy clara a la que, sin embargo, no han llegado muchos teólogos cristianos contemporáneos: la novedad del Evangelio consiste precisamente en la persona de Jesús y en que Él se presenta como Dios.


Es interesante notar que, en este artículo, este rabino llega también a conclusiones claras y ciertas sobre el Papa Benedicto XVI, conclusiones a las que muchos, incluso dentro de la Iglesia, no han podido o no han querido llegar.

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La mejor broma de mi vida la hice una vez en el gimnasio, a alguien que contestaba mis opiniones sobre el equipo de baseball de los New Cork Yankees en comparación con los New Cork Mets: “No trates de prevalecer sobre mí. ¡Soy un profesor, por lo tanto, tengo siempre razón!”. Desafortunadamente, en lugar de tomarlo para la risa, me tiró contra una toalla.


Cuando a un estudioso e intelectual de éxito se le confiere el status de infalibilidad, aquí comienzan los problemas. Un estudioso no tiene necesidad de que se le diga que es infalible. Ya lo sabe, y se le paga por ello. La profesión de investigador requiere integridad, racionalidad y honestidad intelectual. En sus primeros cinco años de papado, Ratzinger ha revelado todas estas características, junto a una abundante humildad, generosidad y amor. Sin embargo, el mundo tiene todavía necesidad de tiempo para acostumbrarse a este Papa-estudioso, que afronta de modo directo y sin titubeos los temas fundamentales y deja caer las nimiedades, cuando es posible.


Los musulmanes han comprendido de qué está hecho este Papa, en Ratisbona cuando, con una intervención muy profunda, Benedicto XVI puso en duda la contribución del Islam a la civilización. Los anglicanos han entendido de qué está hecho este Papa cuando él, en un arranque de honestidad, invitó al clero anglicano a entrar a formar parte de la Iglesia. Los judíos han entendido de qué está hecho este Papa cuando Benedicto XVI volvió a una liturgia que cuestionaba el credo hebreo. En los tres casos, la fractura ha sido recompuesta y han prevalecido las posiciones más moderadas: con el Islam se ha hecho la paz y con anglicanos y judíos se ha llegado a una conciliación.


Pero el Papa-estudioso no había hecho más que expresar la verdad así como es sentida en el corazón del catolicismo: el Islam no puede competir con el cristianismo en cuanto a estatura moral, los anglicanos serán siempre bienvenidos, y los judíos estarían mucho mejor dentro de la Iglesia. El Papa Benedicto habla como un estudioso y pronuncia verdades cristianas tal como las enuncia el infalible obispo de Roma. Un estudioso no puede sino actuar de este modo.


La cuestión que, en este momento, perturba la paz es el modo en que, en el pasado, el cardenal Ratzinger liquidó el caso de un sacerdote culpable de haber abusado sexualmente de algunos niños. La caridad cristiana sugería perdonar a aquel sacerdote, un alma penitente despedazada y en el final de su vida. El cardenal Ratzinger le ahorró las humillaciones que un justo castigo habría comportado. El sacerdote murió en el seno de la Iglesia y Benedicto XVI mostró el verdadero significado de arrepentimiento y amor cristiano.


El pasado enero, cuando me encontré con el Papa en Roma, le pregunté qué quería hacer cuando, en unos seis meses, terminara el segundo volumen de su “Jesús de Nazaret”. Con una sonrisa, me respondió: “Nada más. Este es mi último libro. Tengo otros asuntos para atender”. Un estudio que deja de escribir libros no mantiene por mucho tiempo tal título. Benedicto XVI no tuvo que agregar: “Después de todo, soy el Papa”. Pero el académico que hay en mí susurró: “A qué precio”.


Lo que el mundo ha aprendido en estos cinco años respecto al Papa-estudioso es el precio que la academia paga por sostener la verdad y mantener la propia integridad. La infalibilidad tiene sus costos. La gente prefiere políticos capaces de mediar antes que personajes críticos y propensos a las controversias. Esto es lo que nos enseñan los papas-estudiosos en general. Pero lo que yo aprendí de este Papa-estudioso en particular es algo más. La genuina integridad de este hombre y su capacidad de exponer la verdad a la humanidad entera, mueven intereses muy fuertes. Y por esto, también los musulmanes, los anglicanos y los judíos deben prepararse a un debate de alto perfil sobre la razón y la racionalidad compartida y encontrar un punto de encuentro sobre los conflictos, tratando de establecer quién está del lado correcto y quién del incorrecto, y qué prescriben las Sagradas Escrituras y la tradición.

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Fuente: Il blog degli amici di Papa Ratzinger


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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2 Comentarios:

marylua ha dicho

lo único que le queda por decir al rabino de buen corazón es que la verdad nos hará libres y esta verdad solo la puede proclamar no un Católico, sino un católico enamorado de su Dios, de su Fe, de una vida en santidad, de un alma que espera su retorno al hogar. esta verdad la vive y la expresa sabiamente un gran hombre de Dios como Benedicto XVI o un pobre campesino que no tiene otra esperanza mas que en su Dios.. los dos corazones tienen la misma sabiduría porque la sabiduría de Dios no la enseñan muchas veces los libros sino Dios; la contemplación de Dios, el conocimiento de
ese Dios al que decimos amar, el abandono en Dios,la confianza total en ese Dios que nos ama y que decimos amar.

biene a mi mente el mismo Santo Cura de Ars ó el mismo José de Cupertino el Santo Reluciente.

las palabras del santo Padre son palabras que posiblemente pueden decir muchos. pero, nunca tendrán el mismo resultado; porque una cosas es solo hablar y otra muy diferente vivir lo que hablo y creer lo que vivo.

nosotros Católicos estamos llamados a imitar a nuestra madre del cielo en su virtud y su amor a Dios, estamos llamados a imitar a los Santos y Santas de nuestro señor Jesús, ellos que todo lo dieron y todo lo entregaron,todo lo abandonaron por lograr tener esa perla preciosa de gran valor..
esa perla preciosa no todos la tienen aunque nos digamos Católicos
sino aquel que verdaderamente se a atrevido a ser valiente y dejarlo todo para encontrarse con su Dios.

algo que podemos aprender de la vida,ejemplo y testimonio de nuestro Benedicto XVI.

Somos hombre y mujeres y, corre por nosotros el pecado pero también corre sangre santa.
esto quiere decir que en nosotros esta lo bueno y lo malo.
escogemos el bien ó el mal,
tenemos libre albedrío para saber lo que queremos hacer y lo que queremos escoger.
claramente podemos diferenciar entre los frutos del espíritu santo y los frutos de la carne.
si no lo reconocemos; entonces, estamos totalmente ciegos y no vemos nada y eso nunca nos llevara al cielo.

El santo padre entiende bien esto y entiende que aunque nuestra Iglesia es Santa somos pecadores necesitados de la gracia divina que logre ayudarnos a sobrevivir entre lobos furiosos que solo buscan nuestra destrucción.nuestro Benedicto XVI sabe bien que no es posible por ahora lo que todos quisieramos, pero él y muchos lucharemos y nos levantaremos para regresarle a Cristo su Iglesia Santa e inmaculadamente hermosa digna de El..
para esto es importante encontrarlo a él, vivir por él y pertenecerle solo a él;
al Dios de la vida,al padre creador de cielo y tierra y todas las cosas
esta es la vedad que proclaman los hijos de Dios ellos que están llenos del Espíritu Santo, porque donde esta el Espíritu Santo, donde habita nuestra madre ,donde ella es una reina, donde habita el santisimo Dios uno y trino entonces en esa alma esta Dios, vive Dios habla Dios y esto es importante porque es donde la luz brilla y sus palabras liberan y su testimonio fortalece y su vida transforma otras vidas. por eso que grande es este testimonio de gran amor entre el santo padre y su Dios un amor que contagia y anima a hacer lo mismo que el, simplemente por amor, dar amor y ser capaces de perdonar, caminar con el que sufre, con el que llora; darnos cuenta que Dios nos ama a todos y que quiere que nadie se pierda..

en realidad que afortunada soy de vivir este tiempo de mi historia, donde los que tengan ojos verán cosas maravillosa,los que tengan oídos escucharan cosas hermosas y entonces veremos que aunque ese Dios escondió parecia que se oculto de Iglesia,nunca la dejó y nunca la abandonó.y, hoy mas que nunca sera el mismo Dios quien dicté y dirija a los que tanto ama; a los hijos de su corazon.
verdaderamente es una bendicion Caminar este camino confiando que nuestro santo Padre es un eterno enamorado de su Dios.

mary

Maricruz ha dicho

Wow, estoy atónita, qué gran cariño pero también admiración y respeto le tiene.