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Ángelus con el Santo Padre, después de la cancelación de la visita a La Sapienza
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Nos hemos enterado de una marcha contra la Iglesia Católica que está siendo organizada en Italia por profesores y estudiantes universitarios. Ofrecemos la traducción del artículo que, sobre este tema, ofrece el blog Igreja Una.
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Un lema tradicional de la nueva educación, apoyado en los pilares de la Revolución Francesa, es la “tolerancia” hacia los diversos tipos de opinión y pensamiento.
Los profesores de todo el mundo se empeñan en inculcar en la cabeza de sus alumnos que es preciso aprender a respetar la opinión ajena, no haciendo de la discordancia un motivo de guerra o de conflictos sociales.
Así y todo, cuando se trata de la Iglesia, la tolerancia es sustituida por una mezcla de furia histérica y odio purulento. En Italia están planeando una marcha contra el Vaticano y, lógicamente, contra el Papa Benedicto XVI, que reunirá especialmente a los “estudiantes” y sus profesores, sus maestros de tolerancia y virtud. No es la primera vez que la máquina intolerante de la enseñanza y la docencia se coloca contra la voz del Papa. ¿Quién no recuerda el lamentable episodio de la universidad La Sapienza? El Papa debía dar un discurso en el aula magna y, a causa de las ensordecedoras protestas de los profesores ateos, debió suspenderlo. ¿Qué docente, en su sano juicio, se privaría de un discurso dado por una de las mayores mentes de la filosofía y la teología del siglo XX (I)? El “sano juicio” parece pasar bien lejos de los grandes centros universitarios de Europa. Nuevamente, los instigadores de La Sapienza vuelven a las calles para pedir el fin de las intervenciones del Vaticano en la vida pública italiana y en la vida íntima de los “ciudadanos”. Armados de horrendos carteles, con imágenes y figuras violentas, gritarán palabras de orden, contrariando el principio basilar de su ideología: ¡la tolerancia!
La marcha, prevista para el día 14 próximo, será una muestra de la irracionalidad de los profesores y de la insignificancia que para ellos tienen ciertos valores morales.
La intervención explícita del Vaticano en el caso de Eluana Englaro y el respaldo dado por el Premier italiano a la enseñanza de la Iglesia, intentando a toda costa impedir el asesinato de una persona, enfurecieron a los docentes relativistas en lo moral. La marcha expondrá esa furia clara y visiblemente.
La marcha protesta principalmente contra el Tratado de Letrán y la creación del Estado Vaticano, afirmando que Ratzinger es un “revisionista del papado de Pío XI y XII, colaboradores del fascismo”. Irracionalmente, la manifestación culpará al Vaticano por perpetuar un pensamiento machista, fascista, nazi, y buscará la culpa de la Santa Sede en la actual crisis “neoliberal”. ¡Vean cuánta idiotez!, por decir lo mínimo. ¡Y está patrocinada por organizaciones estudiantiles y profesores universitarios!
Pronto alguien culpará al Vaticano por la crisis global, económica y financiera. ¿De qué respeto puede esperar ser digno alguien que lanza acusaciones que, de por sí, son inmensamente contradictorias?
El manifiesto también critica a las escuela católicas que “están destruyendo” a la escuela pública italiana, que ciertamente está comandada por personas de mente aturdida como la de ellos. Al no conseguir hacer las cosas mejor que los colegios confesionales, quieren nivelar para abajo la educación italiana, haciendo que todos los jóvenes reciban un contenido intolerante e hipócrita. Es una manifestación tan estúpida y ridícula que no se pensaría que pudiera existir en Europa. Pensaríamos que podrían ser cosas de los partidarios de Chávez o Morales, pero ¡es obra de europeos!
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Fuente: Igreja Una
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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