lunes, 18 de enero de 2010

Y Schonborn pidió perdón: “Me equivoqué, lo siento”

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Carta Schonborn-Peric

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Ofrecemos esta noticia, publicada en Petrus, sobre la carta que el Cardenal Schonborn, Arzobispo de Viena, envió a Mons. Peric, Obispo de Mostar, pidiéndole perdón por haber visitado el lugar de las presuntas apariciones sin hablar antes con el Ordinario del lugar.

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Después del llamado al orden del Papa, a quien no le agradó la visita de fin de año y las declaraciones pro-apariciones de Medjugorje del Cardenal Christoph Schonborn, el purpurado austríaco, el mismo día en que fue “corregido” por el Pontífice, el pasado 15 de enero, envió una carta de disculpa al Obispo de Mostar, Monseñor Ratko Peric, que no había sido informado de la llegada del prelado y a quien, de todos modos, no le gustó la presencia junto a Schonborn de una de las seis presuntas videntes.


El Obispo de Mostar, de hecho, nunca ocultó su escepticismo hacia apariciones que, tanto él como su difunto predecesor, nunca han considerado auténticas. Benedicto XVI, pidiendo al cardenal austríaco mayor prudencia sobre Medjugorje (como anticipó nuestro periódico en exclusiva), ha hecho propias no sólo las quejas de Monseñor Peric sino también – probablemente –de diversos sectores del Colegio Cardenalicio que no están convencidos de la veracidad de las apariciones y que, sin embargo, piden un pronunciamiento oficial por parte de la Santa Sede (al respecto, se confió al Cardenal Camillo Ruini la guía de una Comisión ad hoc).


Recordemos que el último Cardenal que expresó sus propias dudas fue José Saraiva Martins, un experto en apariciones marianas, que ha dicho que no está convencido de la autenticidad de lo que ocurre en el pequeño pueblo de Bosnia-Herzegovina, invadido cada año por millones de fieles provenientes de todo el mundo.


En cualquier caso, como puede verse en la copia de la carta que adjuntamos a este artículo, el Cardenal Schonborn (al cual el Obispo de Mostar había manifestado, con una precedente carta del 2 enero, su disensión por su comportamiento) se ha dicho apenado si con la peregrinación a Medjugorje no contribuyó a la paz. El purpurado austríaco, que es Arzobispo de Viena y está entre los más famosos Príncipes de la Iglesia, ha asegurado que no era su intención crear desorden. El hecho es que muchos han instrumentalizado su viaje a Medjugorje como una autenticación de las apariciones, facultad que, en cambio, pertenece sólo y exclusivamente al Papa y a la Sede Apostólica.

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Fuente: Petrus


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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