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Nuevamente presentamos en nuestro Blog un reportaje realizado por el periodista italiano Bruno Volpe. Agradecemos a Bruno estas interesantísimas entrevistas que está realizando y publicando en su nuevo sitio Pontifex.
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ROMA- … Monseñor Valentín Miserachs Grau, español, llegado a Italia en 1977, Maestro Director de la Capilla Liberiana de Santa María la Mayor, y como si fuera poco, Presidente del Pontificio Instituto de Música Sacra, responde a nuestras preguntas.
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Monseñor, hay mucha confusión bajo el cielo: ¿cuál es la diferencia entre música litúrgica y música sacra?
Pues bien, la litúrgica está dedicada exclusivamente, como dice la misma palabra, a todas las celebraciones de la liturgia. Música sacra es un concepto un poco más amplio y omnicomprensivo. Las características de la música litúrgica son dos: santidad y unción.
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¿Qué intenta decir?
Yo he citado lo que sostuvo un gran Papa de la historia y santo, San Pío X, al cual todos deberíamos dedicar mayor atención y estima. Fue un Pontífice valiente que supo resistir con valentía y rigor las tentaciones del modernismo. El Pontífice sostenía que si la música litúrgica no responde a los requisitos del verdadero arte, no puede definirse como tal.
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Como amante de la bella música litúrgica, ¿qué piensa de ciertos temas musicales que están de moda actualmente en tantas iglesias?
Mire que yo no tengo miedo de responder sinceramente, lo he publicado en el L’Osservatore Romano y nadie ha rechistado. La responsabilidad del decaimiento de la calidad de la música litúrgica en canción popular viene del laxismo post-conciliar. Atención, no digo que sea culpa del Vaticano II sino de algunos intérpretes más papistas que el Papa. Me refiero a sacerdotes amantes del musical, a quien tolera coreos y aplausos y así sucesivamente.
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¿Es compatible, como a menudo se escucha cantar en algunas iglesias, Bob Dylan con la Misa?
Ese cantante está bien durante una cena o con amigos en el salón. Pero le aseguro que no tiene nada que ver con la Santa Misa. Algunos movimientos religiosos, como la Renovación o los Neocatecumenales, están equivocados desde el punto de vista de la música pero nadie tiene la valentía de afirmarlo o de poner fin a estas extravagancias.
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¿Quién tiene esta tarea?
La Santa Sede. Pero no lo hace. Comprendo la necesidad de proteger algunos equilibrios, pero cuando es demasiado, es demasiado. Lo repito: estas cosas las he escrito en el L’Osservatore Romano. Los Obispos deberían vigilar la calidad de los textos, a menudo inadecuados, por la música o por las palabras, a la sacralidad de la celebración litúrgica.
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¿Por qué exalta a San Pío X?
Porque quería una música según la regla del arte, fue un hombre valiente. Luchó incluso contra la música teatral, en boga en aquella época, ampulosas arias de Rossini. Hoy, en cambio, en la Iglesia se propagan descuidadas canciones progresistas, que no responden a la sacralidad de la acción litúrgica. Y, si me permite, parte de esta culpa se la atribuiría a algunos obispos o cardenales que no obedecen ni siquiera al Papa, como se ha visto con ocasión del Motu Proprio.
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En algunas naciones, se realizan Misas con guitarras, tambores e instrumentos de este género…
La guitarra eléctrica debería ser abolida, así como la batería e instrumentos similares. Pero se ha llegado al punto de tolerar todo género de música, incluso con tambores en la iglesia, en honor del fetiche de la inculturación litúrgica que significa otra cosa bien distinta…
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Si alguno sostiene estas tesis, es señalado como tradicionalista…
Bien, yo estoy en defensa de la tradición. Considero al latín y al gregoriano el fulcro de la celebración litúrgica. Desafío a cualquiera a afirmar lo contrario…
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¿Qué es la Misa?
Don, misterio, trascendencia. No está escrito en ninguna parte que todo deba comprenderse o entenderse. Es una visión racionalista de la liturgia, pero si me permite quisiera agregar otra cosa…
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Dígame…
Las iglesias post-conciliares, hablo desde el punto de vista arquitectónico, son inadecuadas. Parecen “casas del Pueblo”. Reflejan la idea errónea de una liturgia asambleísta y horizontal, en lugar de vertical, tendiendo a Dios. Por otro lado, los cantos, y aquí veo la mano de ciertos monseñores mundanos, se han desvalorizado. En fin, a menudo aunque no siempre, la liturgia padece los abusos. Digo esto por nuestro bien: recuperemos rápido la sana tradición de la Iglesia, latín en la celebración y gregoriano. Afortunadamente, el Papa Benedicto XVI va por buen camino. A mí me gustaría que el Misal de Pablo VI, que es rico y bello, fuera recitado en las partes fundamentales en latín. Sería la verdadera reforma de la reforma litúrgica.
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Texto original en italiano: Tornino Latino e Gregoriano
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2 Comentarios:
100% de acuerdo con este prelado.
Seguramente esas opiniones le han costado el cardenalato,
Saludos,
Gustavo
les recomiendo visiten este blog
http://laetarejerusalem.blogspot.com/
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